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lunes, 13 de mayo de 2013

El Lado Oscuro Del Corazón (1992).



Realizaré este post de una manera totalmente diferente a como ya los tengo acostumbrados. ¿Por qué hacerlo? porque esta cinta merece un trato especial.

De nacionalidad argentina y dirigida por  Eliseo Subiela, El lado oscuro del corazón nos ofrece un festín artístico en toda regla, una película colmada de vida, gracia y que es capaz de representar a la perfección la ideología de Octavio Paz (El arco y la lira), quien sostenía que todo en la vida es poesía,  un arte de nunca acabar.

La cinta expone de manera idónea la trama, gracias a, por un lado, la recopilación y adaptación de los mejores poemas de  Mario BenedettiJuan Gelman y Oliverio Girondo, los cuales bien podríamos decir que construyen y cargan en sus hombros a toda la historia; por otro, pero no menos importante, tendríamos la atmósfera surreal con la que el metraje carga, la cual le da más peso a las escenas, refuerza los sentimientos de los personajes y adereza todo de manera majestuosa.

El inicio y el nudo son tratados con elegante maestría, guiando al espectador hasta las esquinas más estrechas del maltrecho corazón de  Oliverio, nuestro protagonista, presentándosenos todo no de forma directa como ya muchos filmes nos tienen acostumbrados, sino induciéndonos a que interpretemos lo que vemos, a que aprendamos a diferenciar de verdad lo que es real de lo que es ficción. El desenlace es rematado de forma perfecta, delicada y hermética, cual engranaje de reloj suizo, exponiéndosenos algo verosímil y real, ya saben, como esos finales agridulces que tanto le gusta entregar a la vida.

Conclusión: Pocas veces tengo la suerte de toparme con películas tan íntegras como esta donde básicamente todo está perfecto tal cual y como está. No diré más, salvo que este largometraje tiene una excelente banda sonora, excelentes actuaciones, excelente dirección, excelente guión, excelente desarrollo y excelentes efectos especiales.

"Me importa un pito que las mujeres 
tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; 
un cutis de durazno o de papel de lija. 
Le doy una importancia igual a cero, 
al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco 
o con un aliento insecticida. 
Soy perfectamente capaz de soportarles 
una nariz que sacaría el primer premio 
en una exposición de zanahorias; 
¡pero eso sí! -y en esto soy irreductible
- no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar."

~Oliverio Girondo.
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Antes de terminar, quisiera dejar una pequeña recopilación de los fragmentos que más gocé de la cinta.


"...Muerte puta, muerte cruel, muerte al pedo, muerte implacable, muerte inexorable, misteriosa muerte. Muerte súbita, muerte accidental, muerte en cumplimiento del deber."

Sin duda alguna, los momentos que más disfruté del filme fueron aquellos en donde Oliverio hablaba con la muerte. Todas estas escenas las encuentro cargadas de sentimientos melancólicos, oscuros, desesperados, llenos de ira, pero por sobre todo, limpios y naturales.

Ahora bien, este pequeño fragmento logró causarme una imagen mental especial; me hace ver que en realidad la muerte no es algo "en contra de nadie", siendo pues algo normal por lo que todos debemos pasar, siendo, dependiendo del "cliente", diferente en cada caso. Podremos encontrarnos pues, por así decirlo, muertes de distintos sabores, olores, colores, una para cada gusto, una destinada para cada quién.

Al mismo tiempo, no dejemos pasar por alto el simbólico mensaje que transmite el fragmento citado... se puede estar muerto en vida, vacío y desprovisto de todo sentimiento, estar muerto no es estar en un ataúd físico.

Todo esto, me recuerda a una sabia frase que encontré por ahí hace mucho tiempo: "En la guerra no hay personas que mueran más noble o heroicamente que otras, la muerte llega a veces sin sentido, cuando menos se le espera."


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