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martes, 20 de enero de 2015

Grandes Héroes (2014)

Y gracias a la pésima distribución de esta cosa por latinoamérica, al final me cansé de esperar y vi la película vía internet... ¿Era necesario estrenarla aquí en Colombia casi mes y medio después que en México?... y luego se quejan por la piratería...


SINOPSIS: Esta película, catalogada como el clásico N°54 de Walt Disney Pictures, nos narra la historia del prodigio de la robótica Hiro Hamada, quien aprende a sacar provecho de su capacidad gracias a su brillante hermano Tadashi y sus también brillantes amigos: la adicta a la adrenalina Go Go Tamago, el meticuloso de la limpieza Wasabi No-Ginger, la genia de la química Honey Lemon y el fanático por los superhéroes Fred. Tras un devastador giro de los acontecimientos, los personajes se ven envueltos en una peligrosa conspiración que tiene lugar en las calles de San Fransokyo, por lo que Hiro recurre a su amigo más íntimo: un robot llamado Baymax, y transforma al grupo en una banda de héroes de última tecnología decididos a resolver el misterio. (Extraído del portal web CineColombia).

Bueno, para no complicarme tanto en la elaboración de este análisis, simplifiquemos su estructura:

NOTA: No leí el cómic en el que muy libremente se basó esta cinta, así que tomaré a la presente como un spin-off, obviando el trabajo presentado en las viñetas de la Casa Editorial Marvel.
NOTA 2: A partir de este punto habrá una amplia cantidad de spoilers. Advertidos están.

~VIRTUDES (Qué se hizo bien):



- Después de Frozen, un largometraje que se estableció bajo una estética medieval, resulta sorprendente y más que grato encontrarnos frente  a una propuesta diametralmente distinta: El futuro. La ciudad de San Fransokyo es hermosa y perfectamente detallada. Pero no solo eso, la amalgama formada entre la cultura occidental (USA) y oriental (JAPÓN) es muy creativa, y le da mucho carácter y originalidad al entorno en el que se desarrolla la acción. 


Para la suerte del espectador, el show no termina ahí; no son solo las magníficas edificaciones repletas de luces por las que ha pasado este estilo "americo-nippon", el comportamiento y la cultura de los personajes también se han visto influenciadas por este elemento, situación que da pie a gestos muy interesantes por parte de los personajes. La estética previamente citada funciona como un cóctel agitado y mezclado a la perfección.

- El ritmo de la obra también presenta influencia japonesa, de ahí que sea un tanto más parsimonioso a lo habitual. Cero quejas ante ello, es esto lo que permite una buen exposición  y planteamiento de la situación.

- La relación entre Hiro y su hermano Tadashi ha sido muy bien desarrollada y se toma su tiempo para establecerse correctamente. Su muerte resulta ser medianamente impactante, de hecho si desde el trailer ya no supiésemos lo que iba a pasar, de seguro habría tenido más potencia. De lo anterior, se desprende el nexo entre Hiro y Baymax, que también ha sido bien explotado y explorado en casi todos sus recursos. Recuerda un poco al típico vínculo MONSTRUO - NIÑO, que ya hemos visto hasta el cansancio en muchas otras obras (Monsters Inc., Digimon, Pokemon, Mi vecino Totoro, Boxtrolls, etc...).



- La animación es hermosa. Ocurrió lo que jamás creí que llegase a pasar: Disney ha superado a Pixar. Esta película se ve, aparte de muy detallada, increíblemente fluida, lo que lleva a que las escenas de acción posean un impacto visual soberbio. A pesar de todo, existe una queja clara. Los seres humanos lucen por momentos como si tuvieran una constitución de goma, característica que les convierte en organismos mucho más caricaturescos de lo que deberían.

- Los personajes rebosan de personalidad y salvo por Hiro, Baymax, Tadashi y quizá un poco el Hombre Kabuki no hay trasfondo en los demás especímenes del reparto.

- Se explota muy bien las efervescentes personalidades de los amigos de Hiro a la hora de otorgarles sus "superpoderes".

- La historia resulta ser intrigante, llamativa y bien llevada hasta cierto punto.

- El humor es blanco y muy acertado, sobre todo Fred, un sidekick estupendo y agradable con el que Disney no contaba desde hace mucho. También las escenas del "Baymax ebrio" son muy cómicas.


~FALLOS (Qué se hizo mal)


- La fuerza policial que habita en San Fransokyo (SF) es un completo hazmerreír, y no lo digo solo por el apático, incompetente y poco servicial agente al que Hiro intenta convencer sobre el robo de su tecnología; lo digo por la pirotécnica escena de persecución entre el Hombre Kabuki e Hiro y sus amigos. En la secuencia atraviesan gran parte de la ciudad destruyendo, haciendo ruido y reventando objetos diestra y siniestra... ¿Y en serio la ciudad de SF cuenta con un sistema de seguridad tan pobre como para no percatarse o detener semejante alboroto? 

- Situación similar a la ya mencionada ocurre cuando Hiro vuela por primera vez con Baymax, de verdad, que poca seguridad hay a la hora de monitorear el espacio aéreo de SF, ¿no creen?

- Hay un momento en el que la película llega a un punto dramático altamente explotable. Hiro quiere venganza por la muerte de su hermano y reprograma a Baymax, contaminando así la memoria de Tadashi y su deseo de salvar vidas con su creación hinchada. Lo que pudo ser un álgido punto sobrecogedor dentro de la formación del personaje, se diluye en el ambiente y encuentra solución a los pocos minutos de su planteamiento ¿A dónde fue a parar el duelo de Hiro, su transformación y aceptación de la pérdida? Todo fue un movimiento desperdiciado.

Me causa risa que Hiro increpe al Hombre Kabuki sobre sus planes vengativos, argumentando que él sabe del tema y que no lo llevará a ningún sitio. Claro que sí, porque la reflexión obtenida hace 5 minutos por un adolescente con cambios hormonales de seguro le puede conmover el corazón. ¡Por favor Disney! En el pasado has construido cargas dramáticas sobre tus protagonistas y lo has hecho excelente (Tarzán, por ejemplo) ¿Qué carajos te pasó ahora? 



- El giro de tuerca del largometraje que nos revela que el Hombre Kabuki no resulta ser quien en realidad pensamos que sería, hasta cierto punto resulta ser predecible y carente del impacto que aspira a tener.

- Resulta increíble percatarnos que Hiro creó un arsenal tan completo y especializado para sus compañeros, mientras que él solo se conformó con una armadura ligera de baja protección en zonas inferiores. De haber sido un poco más... no sé... precavido o ambicioso, Baymax no habría tenido aquel fin. 


- Y ahora que hablamos del fin de Baymax, mas que quejarme por si su sacrificio fue conmovedor o no, me molesta más pensar en cómo le entrega a Hiro su tarjeta de memoria. En primer lugar nunca vimos cuando la eyectó de su sistema; y en segundo lugar y más importante, ¿Qué no se supone que sin dicha tarjeta Baymax pierde por completo su "capacidad de compasión" ante cualquier ser vivo? Y esto es algo que bien se nos demostró en escenas anteriores. En ese caso, su comportamiento a la hora de anteponer su vida ante la de Hiro no tiene sustentación y se contradice a escenas previas.

...

CONCLUSIÓN: El 90% de este trabajo es increíblemente sólido, y de hecho, se podría decir que desde "Enredados" no terminaba tan contento tras ver un clásico contemporáneo de Disney. No obstante, el error persiste, la empresa del ratón tiene un serio problema a la hora de manejar el tema y punto dramático del filme; bien pudieron hacer de aquella carga dramática algo... pues... precisamente más dramático. Por lo demás es un filme que vale muchísimo la pena y sí merece llamarse clásico. 9,1/10 = Sobresaliente.

domingo, 18 de enero de 2015

El teorema de Katherine -Libro- (2006).


Sé que muchos de ustedes han de estar preguntandose ¿Por qué carajos ando leyendo un libro de John Green? Pues bien, déjenme responderles que hay una curiosa y poco interesante historia tras ello, a decir verdad.

Fui de visita a la casa de unos primos y allí visualizamos 'El silencio de los inocentes' (1991). El filme finalizó, a todos les encantó y aunque a mí me habría fascinado ver alguna otra cinta, al final tuve que aceptar la realidad: "la hora de dormir había llegado". 

Eran las 23:30, y dado que soy un ente nocturno que tiene por hábito lanzarse a los brazos de Morfeo a las 2 o 3 de la madrugada, me resultó tremendamente trabajoso pernoctar. Traté de refugiarme un rato en el internet del móvil y en la tv, pero, en primer lugar, las redes sociales resultaron con nula actividad; y en segundo lugar y como ya es habitual, en la caja estúpida no había nada que resultase remotamente interesante... además, mis dedos se cansaron de batallar con un control que se negaba a reaccionar. 

Con un deje de frustración miré a mi izquierda y en el escritorio marrón encontré 'EL TEOREMA DE KATHERINE', un libro del célebre autor estadounidense John Green, del que ya me habían hablado muchísimo anteriormente (ya saben todo el furor que representó Bajo la misma estrella tanto antes como después de que fuese popular).

La novela nos habla de Colin Singleton, un chico superdotado que a lo largo de su vida ha tenido 19 novias, todas con el nombre de Katherine y todas con la curiosa particularidad de haberle dejado. Tras la ruptura con K-19 (seudónimo con el que llama estratégicamente a su decimonovena pareja), Colin decide partir en su auto hacia ninguna parte junto con su amigo Hassan, llevando la intención de superar la pérdida que tanto le aqueja, y de encontrar una solución matemática que le permita entender el porqué de sus fallidas relaciones.



Por lo general siento desconfianza hacia aquellas cosas que resultan ser tan populares entre la gente, y bueno, la obra de John Green era una de esas cosas. No obstante, debo admitir que en este caso, también se producía dentro de mí cierta curiosidad hacia lo que el autor escribía y cómo lo hacía.

Siempre había postergado la opción de leer alguna novela de Green, pero, dadas las circunstancias y opciones de aquella noche, claramente el tiempo de espera se había agotado.

Lo comencé a leer y una pagina me fue llevando a otra...

Al día siguiente, le dejé a mi prima, quien era la propietaria del libro y que dicho sea de paso han de saber que lleva por nombre Katherine (¡PUTA SEA LA CASUALIDAD!), el siguiente mensaje:


Los 3 días siguientes estuve muy pegado a la novela, pero justo cuando me hacían falta unas cuantas paginas, que fácilmente habría despachado en menos de 24 horas, mi prima se llevó el libro devuelta a su casa. 

Why Katherine?, why are you so cruel?
(¡PUTA SEA LA IRONÍA!)

La novela me dejó intrigado y realmente quería saber cómo culminaría todo. Intenté terminarlo vía PDF, pero tras tenerlo en formato físico, el forzar a mis ojos a leerlo en digital fue imposible. Así que tuve que esperar a que un amigo terminase de leerlo para que me lo prestase.

Tras unas cuantas horas concluí con la pieza literaria y este es mi veredicto.

¡Ahora sí pasemos a la crítica! (DIVAGACIÓN NIVEL 1000)


No tengo mucho que decir sobre este manojo de hojas impresas que, como de manera magistral lo describió Booklist, "...Oscila entre lo deliciosamente inmaduro y lo sutilmente intelectual". 

Aunque la historia es increíblemente sencilla y con ello poco llamativa a simple vista, logra capturar al espectador y mantenerle interesado, pero esto se da más que nada gracias a sus personajes tan sólidos, que llevan la trama en sus hombros.

No es que sean los entes más profundos, complejos y tetradimensionales (sí, esa última palabra me la acabo de inventar... y lo peor es que tiene sentido y funciona dentro del contexto) jamás creados en la historia de la literatura; pero, sinceramente, ¿Quién dijo que un personaje debe ser obligatoriamente así para considerarse un buen personaje?  El reparto de esta historia se siente real, parecen personas vivas que han pasado y pasan por situaciones reales; poseen un muy buen trasfondo así como dudas, paranoias, traumas, sueños, alegrías y al unísono van acompañados de unos diálogos muy inteligentes. Cuando Hassan y Colin platican, lo hacen como 2 auténticos amigos, con ese tono constante que se bambolea entre la sátira y el insulto, junto con el apoyo y la preocupación por el otro. Este es realmente un detalle muy bien edificado dentro de la novela.

En términos finales es un libro claramente recomendable, con una interesante aunque predecible reflexión sobre los vuelcos en las reflexiones amorosas. No estamos hablando de LA OBRA que cambiará tu vida, pero sí es una historia entretenida y divertida para pasar un rato plácido. Incluso muchos podrían llegar a sentirse identificados con algún personaje. 

Veredicto: ¡Vale la pena leerlo!