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lunes, 26 de febrero de 2018

The Walking Dead (Temporada 1)



Los muertos que caminan: la serie que paradójicamente enfoca todo su esfuerzo y desarrollo en los personajes humanos (¡los vivos!), y la forma en la que sienten, padecen y enfrentan una pandemia zombi apocalíptica. Y ahora que ya he dicho lo más ridículamente básico, vamos a lo auténticamente interesante.

Lo que más me llama la atención dentro de esta primera temporada de la serie, es como el destino, el universo, la misma trama o como lo quieran llamar, se orquesta para que la misericordia hacia el ente más lastimero sea reprobada y solo traiga consigo mayores y severos problemas para los personajes. Como si la naturaleza estuviese obligando a regañadientes a los protagonistas a alterar su estándar moral, desapareciendo las escalas de grises, trayendo únicamente un panorama binocular de blancos o negros, y donde la frialdad sea el nuevo modus vivendi - operandi.

Ni qué mencionar que adoro que cada personaje represente una isla dramática sólida. Existen muchas partes de la serie donde encuentras un ser que ha sufrido tanto, que te sientes jodido… te transmiten sus desgracia y miserableza.     

En menor medida, también quisiera resaltar esos juegos de poder que se presentan cada tanto durante el relato. Ya saben, escenas donde se discute y se plantea la forma más óptima de establecer una jerarquía y orden, en una sociedad que ha tocado fondo. Este es un tópico que claramente es el pan de cada día dentro de obras zombis, pero que bien abordado… simplemente nunca cansa.

Los efectos especiales sorprenden bastante viniendo de una serie para TV, y el maquillaje de los zombis… ¡carajo! Es prodigiosamente excelente.

Es curioso, me acerque a The walking dead esperando encontrar una pieza audiovisual descuidada, genérica y masturbatoria para gente morbosa y carente de criterio. Y la verdad es que me llevé una gran sorpresa con el resultado que terminó dando. Vaaaaaaaaale, que no es la mejor serie de todos los tiempos; vaaaaaaaaale no se niega que es un producto muy genérico y cliché, pero eso no quita que sea algo bueno y disfrutable. Simplemente sabe cómo hacer su trabajo.