viernes, 10 de junio de 2016

Escape from tomorrow (2013)

En su momento, llegué a dedicarle unas cuantas palabras a esta película en el TOP 10: Películas 2013, y prometí que daría una visión extendida de mis pensamientos sobre la misma a futuro. Peeeeeero, las estadísticas no mienten y me encontré con la agria noticia de que quienes atienden al canal, no se muestran muy entusiastas de que gaste tiempo haciendo otro vídeo dedicado a la cinta. Por tanto, les dejo el maltrecho guión que originalmente componía la "crítica extendida". 



HISTORIA: Escape from tomorrow es una película que expone de forma acertada cómo Disney World en realidad no es un lugar tan bueno, no es aquel portal a la imaginación y a la felicidad dónde las pesadillas se mantienen erradicadas y todas las penurias, accidentes y desastres del mundo real se encuentran apartados. No, en esta obra se nos deja claro que todos esos horribles sucesos están presentes en aquella tierra de fantasía, y quizá más cerca de lo que podríamos imaginar. Con esta premisa tan llamativa, cualquiera podría creer que este es un filme colmado de calidad y potencia a nivel narrativo y argumental, sin embargo, lamento mencionarles que al final las cosas no resultan siendo tan buenas como podría llegar a imaginarse. En primer lugar, el nivel de la pieza audiovisual comienza a bajar cuando nos damos cuenta que el desarrollo de la misma es leeeeeeeeeeeeeento y poco productivo a la hora de mostrar algo real y 100% interesante, de ahí que el espectador se distraiga y se desconecte de la obra en muchas ocasiones. Ahora, por favor, no me malinterpreten, no estamos hablando de una cinta aburrida en todo el sentido de la palabra, porque de hecho la dirección y el propio ambiente creado impide que decidas abandonar del todo el filme, sin embargo, digamos que sí existe la posibilidad de que no encuentres entretención en muchas secuencias, que no encuentres mucho avance en la trama. 


Lo anterior, y como efecto dominó, trae a colación el segundo problema. Miren, aunque la película sí posee muchos componentes surrealistas, a fin de cuentas no termina siendo la locura encarnada en donde la realidad y la ficción se entremezclan y deshacen el cerebro de la víctima, como bien habían descrito y seguramente adulado los propios creadores del largometraje. De hecho, termina siendo mucho menos de lo prometido. No sé si en realidad fue cuestión de presupuesto, bueno, de seguramente lo fue, pero hay un momento en donde el metraje debe decidir entre ser una obra de terror y suspenso, o ser un suspence-psicológico. Al final decide optar por la segunda opción, desperdiciando automáticamente una serie de secuencias que hubieran resultado ser perfectas para plasmar terror y obtener un resultado más que perturbador y realmente traumático para la audiencia. Inclinarse por lo psicológico no fue una mala opción propiamente, porque no hay duda que el desenlace resulta ser muy bien llevado, solo digamos que, simplemente, terminó entregando menos de lo que pudo llegar a ofrecer.

PERSONAJES: Inicialmente cumplen la función de ser el típico esquema de la familia clase media americana, sin embargo, conforme más se avanza en la trama se interioriza más en ellos dejándonos bien claro ya por el final que nos enfrentamos a una familia más bien de orden disfuncional. El más beneficiado de toda esta priorización es por mucho Jim, el protagonista, de quien podremos ver sus más pecaminosos deseos, seguramente afectados y acrecentados por su estrés y padecimiento. En términos generales y para no dar muchas vueltas, el reparto de personajes está muy bien planteado y desarrollado, al menos hasta cierto punto.



ACTUACIONES: No están del todo bien, dada la misma naturaleza de esta obra, me temo que no hubo tiempo suficiente para hacer demasiadas tomas por escena, por lo que realmente muchas interpretaciones no te terminan convenciendo por lo poco reales y planas que se muestran; y esto, es algo que se ve reflejado de forma patente con los niños, quienes, bueno, sencillamente se atienen a repetir sus parlamentos recién aprendidos. Lo anterior, por momentos, también es un suceso que se repite con el lado más adulto del cast. 

¡Qué no se note la superposición por pantalla verde! Evidentemente, una que otra toma debió ser regrabada en estudio.

BANDA SONORA: No es la gran cosa, aunque está claro que hace presencia. Más que resaltar su calidad, hay que resaltar su utilización. Por lo general, la obra suele usar tonadas dulces y felices en momentos no necesariamente del mismo tipo, lo que denota un aire de tensión extraño, de que algo no está funcionando bien en aquel lugar en el que se encuentran inmersos los personajes, de que alguien intenta ocultar u obviar aquellas circunstancias bizarras (en el sentido anglosajón) y anómalas. Y esto gente, compagina a la perfección con el mensaje final del metraje. 



DIRECCIÓN: Bueno, está claro que el Señor Randy Moore aprovecha las “inclemencias del tiempo” para darle más riqueza a su trabajo final y hacerlo más seductor ante los espectadores. La condición monocromática de la película, acaecida como remedio para contrarrestar la falta adecuada de iluminación, impone ya de buenas a primeras una sensación extraña en pantalla; me explico, Disney siempre ha representado magia, vida y color, por lo que ver todos aquellos fantásticos paisajes reducidos a componentes negros y blancos ya de por sí da una sensación de extrañeza, ya de inmediato sabes que algo anómalo pasa con el escenario. Lo anterior, sumado a la utilización de la música, de la que ya hablé previamente y de los propios momentos surreales en su mayoría bien llevados a cabo, crean una atmósfera de tensión y desconfianza, de tinte claramente onírico, pero atrayente. 

Pero la astucia de Moore va todavía más allá, gran parte de esta película fue filmada en los parques de Disney, a escondidas y sin permiso de la propia empresa. ¿Y por qué fue así? Primeramente, por cuestión de ahorro en gastos de producción, y en segundo lugar y más importante, porque es una obra que no expone una imagen positiva sobre la factoría del ratón, y más concretamente, sus parques temáticos, por lo que la misma jamás habría permitido que se filmase un material tan turbio y agrio en sus propios terrenos, claramente sería, en cierta forma, objeto de mala publicidad hacia los emplazamientos siempre llenos a rebosar de turistas. 

Bajo este orden de ideas, es casi asegurado que la presente pieza audiovisual sea llevada a la corte y se inicie un complejo proceso penal por haber incumplido con tantas normas y leyes a la vez. Es precisamente este uno de los principales inconvenientes que ha impedido que la película haya podido ser exhibida en salas comerciales. 

¿Qué es lo que piensa Disney sobre el filme? Por ahora la factoría se ha mostrado discreta frente al asunto, prácticamente lo ha ignorado, al parecer con la intensión de no levantar un gran escándalo que termine publicitando de forma indirecta a la creación de Moore. Solo nos queda esperar a ver en qué termina concluyendo la situación. 

CONCLUSIÓN: Escape from tomorrow es una cinta que, les aviso de una vez, no recomiendo. Sinceramente no es la gran cosa, gran parte de su potencial fue vaciado por el inodoro por allá a la mitad del metraje, realmente no te pierdes de mucho al no visionarla. No es mala, claro está, de una u otra forma se las ha arreglado para ser llamativa y de paso para engendrar un ambiente incómodo, bizarro y fuera de lugar más que bien logrado y que le da un toque muy especial al filme, por no decir que resulta interesante y reflexivo el mensaje final que propone -el cómo Disney es en muchas ocasiones capaz de crear historias de ensueño con base en horripilantes acontecimientos-, pero tampoco es una maravilla olvidada del cine. ¿Por qué la recomiendo entonces? porque resulta, a fin de cuentas, provechoso para nuestra propia conciencia saber que este tipo de obras existen, y que llegaron a ocasionar choque y controversia en su momento, créanlo o no se puede aprender mucho de ellas una vez que se les somete a un análisis. La verdad es que ni siquiera sé si algún día la vuelva a ver. Solo sé que la tendré presente, y por sobretodo, al nombre de su artífice, Randy Moore, aquel señor que fue capaz hasta de llegar a incumplir la ley con tal de sacar a la luz su idea. No sé ustedes, pero eso es algo que merece respeto. 7,4/10.