jueves, 11 de enero de 2018

Merlí (Temporada 1)


¿Cómo terminé viendo esta serie? Desde hace un tiempo he estado muy interesado en la cultura española... y pues... también quería curiosear cómo era su modo de hacer televisión. 

Merlí en esencia es una propuesta genérica que ya se ha visto muchas veces en otros países (y con la que pueden ahondar en multiplicidad de géneros). Aquí en Colombia, por ejemplo, hubo un seriado bastante longevo (de esos que dices ¡acábate ya por favor!) que se llamaba Francisco, el matemático. De 1999 a 2004, en 768 capítulos, trató las típicas problemáticas de jóvenes de bachillerato y su forma de sobrellevarlas con la ayuda de un recién llegado profesor de matemáticas (con el paso del tiempo fueron varios docentes con el mismo nombre, Francisco), que se salía de lo estándar y que gustaba de socializar, empatizar y ser confidente de sus pupilos... Y eso que estoy obviando la continuación más reciente de Francisco, que salió el año pasado y contó con 73 capítulos: era básicamente lo mismo que ya comenté, solo que ajustado a un contexto contemporáneo.

Lo que quiero decir con toda esta exposición (en serio, que no es digresión), es que la gran mayoría de seriados escolares prácticamente se escriben por sí solos. Estamos hablando de que los colegios funcionan como una representación en miniatura (y mucho más controlada) de la sociedad en general. Distintas culturas convergen, clases sociales, edades, géneros, profesores, padres, rencillas personales, amores, etc... o sea hablamos de un campo de cultivo dramático que se presta para estudiar muchas lineas argumentales; es explorar las relaciones humanas en prácticamente todos sus campos, desarrollos y evoluciones.  



Merlí, una vez inicia, no se distancia mucho de lo bosquejado... seré sincero, la verdad es que a lo largo de sus 13 episodios nunca lo hace. Los primeros capítulos se dibujan como una serie genérica y clásica de este estilo, pero una vez comienza a avanzar, marca ciertos contrapuntos que la terminan por hacer más interesante de lo normal. 

Cada nuevo episodio se desglosa a partir de un filósofo (el profe que cambia la vida de sus alumnos, Merlí, en esta ocasión imparte justamente esta materia) y su pensamiento correspondiente; lo que lleva a que se marque un tema y una tonalidad a descomponer: sufrimiento, felicidad, apatía por la realidad, qué es normalidad dentro de la sociedad, placer (Eudaimonía, Ataraxia, Epojé, Sofismo, Hedonismo...). Existen momentos incluso, donde se aborda, cortesía de Guy Debord, el narcisismo en la época de las redes sociales y la necesidad imperiosa por viralizar y divulgar nuestra vida cotidiana. En una época de culto al ego, de fiebre por las selfies y de asistir a clases con la pantalla negra del móvil en segundo plano, es un acierto más que bien trabajado. 

La dirección no es magistral, pero se aprecia algo de preocupación en ella y por hacer que las escenas tengan (en general) el peso que merecen. Estas se construyen de tan buena forma que hay momentos lacrimógenos, tiernos, eróticos y divertidos realmente entrañables. Desde el montaje se proponen juegos de paralelismos de unos personajes respecto a otros; y los valores de producción llegan a ser artísticos en algunas ocasiones. 


El plantel actoral es sobresaliente y destaco entre todos ellos, como no, a Francesc Orella, siendo un profesor heterodoxo y contestatario que desprende un carácter ardoroso y desvergonzado ante todo lo que le rodea. En su momento llegué a pensar que la decisión en el casting de los estudiantes era algo desacertada, porque enfrentémoslo, estos jóvenes de 22 pinta de 15 - 16 años no tienen; a la larga, el darme cuenta que la exigencia dramática para muchos de los personajes era alta, y que las situaciones en las que muchos se inmiscuían generarían ciertos conflictos legales si fuesen realizados por menores, hizo que me percatara de mi error. En resumidas cuentas la pandilla de los Peri-patéticos funciona de forma estupenda y todos manejan un rango emocional muy bien explotado.

El manejo que se les da a los personajes como seres individuales llega a ser muy humano, y eso es porque nunca se olvida de que estos son defectuosos por naturaleza y que hay cierto tipo de comportamientos que son difíciles de borrar de la noche a la mañana. Sencillamente, no los endiosa. De ahí que Merlí sea un casanova pícaro que rara vez pierde una oportunidad; que Bruno siga sintiéndose incómodo respecto a su padre porque las desavenencias del pasado se han incrustado en él; que Ivan sufra y sude cada vez que sale a la calle porque su ansiedad e inseguridad le han consumido; etc. Todo muy bien en la representación de la rutina y la personalidad antropológica... no obstante, cuando comenzamos a ir más a fondo es donde aparece mi (el) mayor problema de esta producción.

AQUÍ NOS ADENTRAMOS EN ZONA DE SPOILERS
  


Quiero establecer una comparación (odiosa, sí, puede ser). Vale, puede que mi experiencia en el instituto se considere muy diferente respecto a los chicos de Merlí, teniendo en cuenta que (1) estudié en un colegio privado de solo varones y (2) vivo en un país tercermundista y tal... mas no puedo ocultar que la resolución de muchos de los conflictos entre los personajes y de los periplos dramáticos en los que se ven ahogados, está muy dulcificada.

Salvedad: que está excelente cómo se plasma la frustración tácita de Eugeni respecto a la enseñanza, lo que sustenta su hijoputismo con el alumnado; que Joan tenga ese arrebato de rebeldía, ira, violencia y falta de conciencia a modo de liberación de un padre represor; que Bruno sea homosexual y que la persona de la que está enamorado no le corresponda por ser hetero... ahora tengan en cuenta que estos son arcos que los personajes sobrellevan todo el rato, no alcanzan un final propiamente porque la vida en sí misma muchas veces no tiene espacio para finiquitar estos problemas.

El fallo entonces recae en como Berta perdona a Tania tan fácil a pesar de revelar un secreto que le confió; que Mónica siga hablándole a Pol como si nada y que le preste su casa para hacer una fiesta, a sabiendas de que él divulgó un vídeo íntimo suyo; que a modo de compensación por viralizar el susodicho vídeo todo el salón se ponga frente a Mónica en ropa interior (el vídeo de ella era más revelador) y así pretendan solucionarlo todo; que Pol vuelva a enrollarse con Berta a pesar de que esta para mantenerlo a su lado fingió estar embarazada; que las agresiones físicas entre compañeros sean olvidadas tan gratuitamente...

No hay lógica humana. El hombre es rencoroso por naturaleza, y aún cuando es capaz de perdonar afrentas contra él, sabe que hay relaciones que simplemente se cortan y dejan de existir una vez cometido el fallo. Se me antoja demasiado "Disney" que sin importar el tipo de cagada, a la larga todo el salón terminará en un tratado de paz, bailando, riendo, siendo "súper amiwis" hasta la expiración de los días. De nuevo, es cierto que vengo de un colegio solo de hombres, pero para ser sincero, tras de que en ese lugar todos nos saludábamos con "hijo de puta" de por medio, existían problemas (a veces nimios) que dejaban enemistados para el resto de la existencia a 2 personas. Se me hace difícil procesar que en el curso de Merlí exista un componente amistoso más sólido que el concreto sin importar que pase. ¿Qué es esto, High School Musical?
 


¿Qué tanto perjudica estas constantes cucharadas de azúcar al final de esta primera temporada? Es una muy buena pregunta. Claro, todo se pinta muy idílico, pero ha sido bien dirigido, por lo que genera el nivel de emoción que busca. Siento que este desenlace es íntimo y más sincero, y mucho menos bobalicón y ñoño que en la conclusión de los problemas ya citados a lo largo de la serie.

Creo que el cerrar estos primeros 13 episodios con Bruno e Ivan librándose de sus respectivas prisiones y cadenas (el primero de una mental que le impedía mostrar su auténtica orientación sexual, y el segundo de una física producida por la agorafobia), siendo por fin felices, es algo que me llena y que realmente me parece bonito. Ambos provienen de un proceso metodológico y racional más grande, y no es un "volvamos al status quo para evitarle problemas a los guionistas más adelante". El slowmotion y el uso de la música acentúan lo trascendental del momento.


¡Claro! Otro tropo supremamente peculiar de estos seriados, es la posibilidad de crear muchos capítulos y mantenerse al aire sustentándose en el crecimiento físico y psicológico de sus personajes. De nuevo, aquí no hay excepción y aunque el epílogo del episodio 13 es cerrado en términos técnicos (uno nunca sabe si la cadena de tv va a renovar el capital para una temporada nueva), logra lanzar e implantar ciertas "bombas argumentales a control remoto", que está claro que detonará cuando llegue el momento oportuno. Yo, feliz al respecto, porque la verdad es que sí quedé lo suficientemente picado para ver qué será de los Peri-patéticos en su segundo año de bachillerato.



En conclusión: Merlí es una serie muy bien elaborada en lo técnico y lo argumental. No se separa del esquema de otras propuestas del mismo "género" y peca de cursi en algunos casos. A fin de cuentas y haciendo la vista gorda, sabe cómo caldear los momentos emotivos y siembra la comedia irónica y situacional con puntería. Recomendada solo para pasar el rato y hasta, quizá, solo quizá, reflexionar sobre algunas inquietudes de la vida aplicando la filosofía en el intermedio. 

martes, 2 de enero de 2018

Mi 2017 en libros

Mi agenda, mis pensamientos, mis ideas destiladas en café...


Dos mil diecisiete fue un año de mierda, un año de amor... año vacío, año de muerte, año de felicidad, año de perder el tiempo, año de romper con la rutina, año de recoger lo sembrado, año de abrazos. En resumen: unos 365 días particulares que decidí acompañar desde el inicio con la literatura. Es por eso que a modo de actividad retrospectiva y didáctica, quisiera enumerar y nombrar aquellas obras que mis ojos escrutaron y desvistieron a fondo... aprovechando en el camino para contar qué era de mi vida por aquellos momentos, después de todo, ¿qué los libros no son más que narraciones encuadernadas? ¡Contemos los textos, relatemos la existencia!

ENERO:

Más allá del planeta silencioso (La trilogía cósmica 1)

Un libro que originalmente había comenzado a leerme en 2013, pero que dejé escandalosa y descaradamente en hiatus hasta este año. Uno de mis primeros propósitos para 2017 era pues, darle fin a esta novela que había detenido por cuestiones de carga académica. Ya le dediqué un post completo a este ejemplar en el blog. Solo diré, entonces, que es una historia interesante gracias a su premisa, siendo también considerablemente inteligente en sus apuntes científicos, mas comienza a repelarse a punta de ese adoctrinamiento cristiano por parte del autor que se siente forzado y liminal.


Había comenzado el año con bastante ímpetu: Consiguiendo un poco de dinero a punta de fuerza bruta y cargar chécheres durante la feria de la ciudad; despreciando La la land por encima de los demás cuando llegó a cine; y comenzando el proceso final de mi carrera universitaria. ¡La práctica profesional! Ser un pasante, ser un becario en un sitio bastante prometedor y de renombre, en el que se veía podía aprender bastante. 

También fue un mes de decir adiós. Amigos entrañables con los que había pasado los últimos 4 años estudiando y departiendo, se iban de la ciudad; a buscar suerte a la capital, a trazar su propio camino. La distancia puede romper muchos lazos, así que estas despedidas me causaban ansiedad.

Banda sonora para este mes (o la canción que por aquellos días tenía pegada a la lengua): El pasado, de 84.

FEBRERO:

Harry Potter y El Legado Maldito (HP 8)

No había querido consultar nada sobre esta nueva entrega concretada por Rowling (y otros 2 dramaturgos más de los que no me quiero ni acordar). Me bastaba con saber que era una continuación acontecida 19 años después de la última secuela, pensada directamente para el teatro. Quería una experiencia propia y libre de posibles contaminaciones ajenas, con lo que me refiero a que no quise empaparme de comentarios de fans y otros críticos. 

Al final y por resultado, hallé el peor libro que he leído en mucho tiempo. ¡Qué destroza la lógica del propio universo mágico y hasta la filosofía ya planteada en la heptalogía original! Un producto inundado con giros de tuerca salidos de la nada y contradicciones absolutas a muchos de sus personajes. Llegado cierto punto, cada cambio de página es una decepción más que enmarca este libreto como un fanfic bochornoso; la consumación de las fantasías infames, morbosas e infantiles de una dupla de idiotas, vueltas canon. Porque sí, evidentemente siento que la bastardización del concepto fue a manos de los 2 caballeros que asesoraron (sabotearon) en la escritura a Rowling.  


Por aquellos días me había invadido la nostalgia, extrañando a mis amigos y el recibir clases. Además, para mi entero desencanto, el nuevo sitio en el que ahora laboraba era una mierda. A grandes rasgos, para no extenderme en circunloquios deprimentes, como pasante (durante 6 meses) había llegado a un acuerdo en el que no recibiría dinero por mis actividades a cambio de aprender bastante y adquirir experiencia en un supuesto centro de realización audiovisual más que profesional. Por supuesto, todos los gastos de alimento y transporte corrían por mi cuenta y no se detenían (es por eso mismo que previendo mi déficit económico, había optado por buscar trabajo en enero en la feria).

¡Invalidez total en el trato! Tras de no recibir una moneda, mis jornadas se resumían en ir al estudio de grabación, abrir la puerta, prender un pc y quedarme todo el día solo viendo malos memes en internet. ¿En dónde me había metido? ¿Así quería pasar mi último trozo de carrera? ¿Perdiendo el tiempo?

Entonces, una chica apenas conocida (V, le llamaremos), me contactó para pedirme asesoría en un proyecto de cineclub que deseaba estructurar en la biblioteca de mi universidad; desesperado por encontrar algo qué hacer que no fuera jugar con la silla de rodachines del estudio, accedí a ayudarle.

Banda sonora para este mes: El burdel de las sirenas, de 84.


MARZO:

Estudio en escarlata (Sherlock Holmes)

En 2015 leí Millennium 1: Los hombres que no amaban a la mujeres, y el esquema detectivesco e investigativo me gustó bastante, así que quise remitirme a uno de los referentes más arquetípicos de este tipo de historias. El problema: El libro se había extraviado en mi biblioteca de confianza. No pude encontrarlo sino hasta marzo de este año.

Fue particularmente agradable y bueno experimentar la primera aventura de Holmes y Watson; su forma de conocerse e interactuar, la habilidad deductiva del gran detective, la estructura narrativa de la historia (que en el nudo implementa otro argumento que en apariencia no tienen nada que ver con lo ya presentado, pero que termina confluyendo perfecta y armónicamente con el final), y el estilo de redacción de Conan Doyle. Una excelente presentación e introducción a un personaje icónico de la cultura pop.


Las circunstancias en el trabajo no mejoraban, se habían vuelto peores de hecho, ya que mi jefe lo único que hacía era prometerme que tareas y retos interesantes pronto llegarían. ¡Gran falaz y manipulador! Lo único que hacía a diario era inventariar cuanto tornillo, pieza, lente, cámara y soporte se escondía en ese empolvado lugar. El estrés y la frustración cada día me apretaban más.

Faltaba aún lo malo por llegar. Mi mascota, Susy, una perrita (más Fox Terrier que mestiza) de 9 años y medio, adquirió una infección en el útero que la marchitó por completo en cuestión de una semana. No hubo medicamentos, remedios y operaciones que sirvieran. Su pulso abandonó su cuerpo, que reposaba en mis brazos, después de una agónica noche que dejó mi habitación con un olor a agua-sangre.

Banda sonora para este mes: Lo malo de ser bueno, de El cuarteto de nos


ABRIL Y MAYO:


La muerte seguiría conmigo durante estos 2 meses. La sensación de pérdida y el duelo que vino con ella no me dejaban pensar o descansar; el mundo había perdido tonos de contraste y mi interés general por el cine, la gente, el aprender, las ideas, la lectura se habían ennegrecido y reducido a rescoldos mustios. ¿Qué sentido tenía existir o hacer algo? Para colmo de males, el trabajo, la práctica se había tornado insoportable. Mi oficina de muros negros (lo eran, en serio) se había vuelto una mazmorra despreciable y vacía a la cual aún estaba condenado por 3 meses más. Días, semanas y horas que calculaba en actitud enfermiza.

...

Entonces renuncié.


JUNIO:

Battle Royale

Nunca estuvo en mis planes sumergirme en un libro de este estilo, sobre todo teniendo en cuenta que era un ejemplar de cerca de 700 páginas (y que su respectiva película me parecía una mierda). Pero, desde hacía un buen tiempo andaba interesado en inmiscuirme en la literatura japonesa; teniendo en cuenta las características que precedían a este tomo, sentí que era la mejor opción. 

Koushun Takami ofrece un producto que es equivalente a un animé adolescente transtextualizado (es decir, transportado a otro medio, en este caso, uno no audiovisual): gamberradas, violencia, malas palabras, armas, sangre, amoríos de 3 pesos, y escenas de desnudos que no vienen a cuento están en el menú. En términos generales una aventura frenética y adrenalínica, inmadura en algunos puntos y bastante sobria (para gran y buena sorpresa) en otros. 


¿Recuerdan a V, la chica que buscaría mi ayuda durante el primer trimestre? Bueno, pues se convirtió en una amiga y confidente muy entrañable. Con su ayuda pude retomar mi práctica profesional en un sitio muchísimo más agradable, teniéndola a ella también como compañera laboral. Este nuevo ambiente era inspirador y estimulante a decir verdad, la biblioteca de mi universidad. Rodeado de material bibliográfico y colores (en contraposición a los muros negros de mi anterior trabajo), recuperé mis ganas de devorar palabras con los ojos.

Banda sonora para este mes: Nice and Slow, de Jesse Green

JULIO:

La carretera

Tengo el malsano y caprichoso hábito de que, cuando descubro que una película que se basa en un libro, prefiero revisar el material original antes de sentarme a analizar su respectiva adaptación. No sé, simplemente disfrutó ver el proceso de mutación que sufre la historia cuando pasa a ser un guión fílmico (las decisiones creativas que se toman y qué tan lógicos son los cambios realizados respecto a la filosofía del concepto original). 

A la hora de la verdad, mi experiencia leyendo La carretera no fue placentera. Todo lo contrario, fue casi un padecimiento que intenté apurar lo que más pude. Empero, no puedo despreciar lo que la obra es en sí misma; mirándola objetivamente y desligandome de mis querellas no puedo hacer más que copiar y pegar la conclusión que en su día ya di para esta novela, en su respectivo post... "Es un libro que se me hace difícil recomendar abiertamente, su fuelle lento y meditativo impide un enganche directo para con la historia, un lector deseoso de encontrarse con toda una travesía repleta de suspenso y adrenalina, solo obtendrá desencanto y desesperación. Los temas a tratar no envejecen y brillan por la crueldad y el manejo inteligente de los diálogos, mas en definitiva solo los pacientes podrán someterse a esta novela y disfrutar de la descarnada tragedia de este padre e hijo que deambulan por el asfalto abrasado".



Cuentos de erotismo de salón

Con todo el boom provocado gracias a 50 sombras de Grey me hallaba bastante interesado en explorar en el mundo de la literatura erótica. No sabía por dónde empezar y tampoco quería irme por el camino más ortodoxo (Sade), así que cuando me topé con este compilado de cuentos fue una señal divina. 

Distintos estilos, distintas sociedades, distintos años, distintos modos de ver el cuerpo y los encuentros carnales. Un menú más que variado y con una calidad certificada; no me cabe duda que Elkin Obregón, quien realizó la selección, hizo un trabajo meticuloso donde quiso compartir sus piezas favoritas y más estimulantes. No puedo decir mucho más, son micro-relatos que saben dejarte con una sonrisa en el rostro por lo candorosos, pícaros, hermosos e ingeniosos que pueden llegar a ser.


El nuevo trabajo iba de maravilla, si bien no era muy exigente, tenía libertad creativa para hacer contenido audiovisual y podía manejar mi jornada y horario a completo gusto. Me reía mucho con V además. ¡Hey! ¡También me pagaban! Lo importante, tras tanto, es que me sentía tranquilo, libre y en paz conmigo y con lo que me rodeaba.

Banda sonora para este mes: Come back down, de Trevor Something.

AGOSTO:

Superhéroes del cine


Un texto que puede resultar bastante informativo y amigable con el lector; dando a conocer todo un sinnúmero de nombres y datos escondidos por el tiempo, sacando a la luz todo ese mundo superheróico que reinó en el cine (y en la media en general) mucho antes de Los guardianes de la Galaxia (2014 - 2017), Los Vengadores (2012 - 2015), Iron Man (2008 - 2010 - 2013) o hasta Superman (1978). También resulta pertinente estudiar el recibimiento de algunos de estos conceptos en su día, reflexionando en por qué fallaron o qué les llevó a triunfar. 

El problema aparece cuando notamos la falta de uniformidad de un capítulo para con otro, de los terribles errores de redacción que a veces encontramos o la incoherencia y falta de claridad de unos datos respecto a otros. De ahí que sea muy probable que en una página se nos diga que "X" serie animada de "Y" superhéroe tenga 65 capítulos, y 2 hojas después se nos diga que en realidad tenía 85. Hay también fallos en los nombres de algunos actores. ¿Cómo confiar en un texto que se contradice a sí mismo, o del que podrías hacer un sinnúmero de correcciones (pulir inexactitudes) desde tu perspectiva como fan?

En resumidas cuentas: un tomo educativo, pero inundado de una mala escritura que escandaliza y genera desconfianza. Espero que en futuras ediciones haya recibido múltiples correcciones.


El oso que ya no lo era

¿Qué? No todos pueden ser mamotretos de más de 800 páginas. A veces grandes disquisiciones de la vida radican en las historias más diminutas. De eso va precisamente esta tierna historia... sobre la identidad, y cómo la sociedad es capaz de imponernos una vida y una serie de comportamientos. Didáctico de leer y hermoso de observar gracias a sus ilustraciones.



Último mes de trabajo, todo estaba bien en mi vida. Respiraba con tranquilidad y sentía un brillo en el pecho que simplemente me decía que todo estaba bien y no debía preocuparme por nada. Ayudé a V con su propuesta del cineclub, pero nunca terminó de cuajar por inconvenientes legales. ¿Qué se le va a hacer?

Banda sonora para este mes: Last Train to London, de Electric Light Orchestra

SEPTIEMBRE:

Luces del norte (La materia oscura 1)

Un libro al que venía siguiéndole la pista desde que supe de su existencia. Cuando por fin lo compré gozo puro oxigenó mis venas. Y entonces el desencanto llegó...

Había idealizado mucho aquello que podía ofrecerme esta novela, y por tanto, me sentí algo decepcionado durante gran parte de su lectura. Dejemos los asuntos claros; el libro tiene una redacción elegante y el mundo fantástico en el que nos sumerge es bello e intrigante, prestándose para hilvanar un complot en una sociedad teocrática que llega a lo cruel, a la crítica religiosa y lo adulto. A pesar de lo anterior, los personajes no tienen el suficiente carisma para impulsarlo todo y el argumento no es tan espectacular como podría.

Un muy buen escrito, no se puede negar, pero que no encandila de la misma forma que otras propuestas del género. Descuiden, a futuro diseccionaré con morbo esta primera parte de la trilogía de La Materia Oscura. 



¡El tiempo libre y el ocio llegó a cantidades desproporcionadas! Muchas películas, series, horas de sueño y libros para leer.

Conocí a alguien, bueno, en realidad siempre había estado ahí en el fondo, pero nunca había reparado en ella (E, la llamaremos). Brillante, inteligente, compleja, desatada, contestataria. Comencé a ver Game of thrones en su compañía.

El último día de este mes, tras 4 años y medio de estudio, esfuerzo, sudor, mucha alegría, grandes amigos, un cortometraje y 2 prácticas profesionales, subí a reclamar mi cartón... mi diploma, fue el día de mi graduación. Prácticamente, pasé una semana celebrando.

Banda sonora para este mes: We are young, de FUN

OCTUBRE:

Juego de tronos (Canción de Hielo y Fuego 1)

El mejor libro del año y lo mejor sobre lo que posado mis pupilas desde hace mucho tiempo. No me puedo extender mucho por cuestión de espacio y tiempo, así que solo mencionaré que es un producto magistral cuyos personajes y argumento sorprenden y embelesan. Un conflicto político enfrascado en un mundo tan grande que necesitas familiarizarte con los puntos cardinales y los árboles genealógicos del mismo, para poder hacerle frente a lo que se te viene encima. Y lo más divertido e irónico del asunto, es que estas casi 900 páginas no son más que un prólogo para los 4 libros que vienen. ¡Fantasía medieval épica de calidad excelsa! 


Tiempo para ver series y para procrastinar en la procrastinación misma. Y bueno, lo admito, para atender a la agenda cultural tan apretada que asfixió a mi ciudad gracias a El Festival Internacional de Teatro, La Feria del Libro, El Festival de Narrativas Urbanas y el Grita Rock.

...Sí, continué viendo la serie con ella... y de paso asistiendo a su lado a varios de los eventos ya citados. "Es perfecto, caminar a tu lado...".

Banda sonora para este mes: Tiernos, de Technicolor fabrics.

NOVIEMBRE:

La naranja mecánica

Precedido por el renombre y calidad de su adaptación al cine, a manos de uno de los más grandes directores de la historia, me era imperativo estudiar el material original. 

Si bien no es una experiencia que amerite lanzar cohetes, o que el libro por sí mismo sea un parteaguas de la literatura, fue una revisión de la violencia y las deshinibiciones del ser que no tiene desperdicio, y que ha sido escrito de una forma muy juguetona y característica. Sigo pensando, no obstante, que con verse la película basta y sobra... quizá solo revisar la novela para enterarse del verdadero final y reflexionar en torno a cómo funciona la historia según Kubrick y según Burgess, es lo que muchos deberían hacer.  


Mis amigos, uno a uno, comenzaron también a retornar de sus procesos universitarios en otras ciudades. Reunirme con ellos fue muy revitalizante, realmente nunca se habían ido; no habíamos dejado de hablar y habíamos estado los unos a los otros para brindarnos apoyo. En general, había mucho tiempo para leer, ver series y películas, salir a caminar, departir con los recién llegados, con V y con E...

Banda sonora para este mes: Do I wanna know, de Artic Monkeys.

DICIEMBRE:

El valle del terror (Sherlock Holmes)

Después de ese interesante primer plato que representó Estudio en Escarlata, ¡quería más! ¡Ay de mí! Linda la sorpresa que me llevé.

Doyle quería proponer una nueva historia detectivesca en manos de un personaje diferente, pero dado que sabía que este nuevo ejemplar no iba a vender, ni ser tan popular o carismático como el ya planteado "Sherlock Holmes"; injertó con terrible calzador una historia de logias, minería y el viejo oeste en un relato de su personaje más célebre. El resultado es una trama desganada, poco interesante e intromisoria que se roba de forma descarada el protagonismo y el tiempo del lector. Siendo la 4° aventura del investigador inglés, esperaba algo mucho más maduro desde la pluma y mente del autor.

Suficiente de Doyle y sus historias, quedé hastiado, ahora me dedicaré a revisar las adaptaciones contemporáneas de su personaje (bueno, quizá le eche un ojito bizco a Escándalo en Bohemia).




La virgen de los sicarios



Un cóctel molotov lanzado deliberadamente contra el paisa, el antioqueño, el colombiano, el hombre en general. Un pliego de hojas engrapadas que exuda odio y aversión, que se ampara y basa en la violencia calibre 35 de las comunas de Medellín, para escupir rabiosamente una metralla literaria que es racista, xenófoba, machista, clasista, animalista, blasfema, insensible, apática, anarquista, irónica, satírica, apóstata, a veces contradictoria, atea, cínica, morbosa y cruel.

La virgen de los sicarios es un divague de 121 páginas que habla sobre una sociedad podrida e irredenta que merece ser consumida y carcomida por la Señora Muerte. Un texto que por momentos parece una rabieta de infante al quejarse tan gratuitamente de todo lo que es, será y fue; y que por otros también chochea por lo reiterativo que se torna en su discurso, chocando pues con la perorata. Un escrito racionalmente desbocado, incapaz de mostrar humanidad por el humano, aún cuando de amor de pareja se trata (porque la tragedia o el romance, más que desencadenar el dolor o el afecto, solo acrecienta las cuotas de rencor, destrucción y antipatía). 

Un viaje equivalente a sumergirse en las entrañas de Fernando Vallejo, siempre supurantes de bilis, sustrayendo por término final la animadversión en su estado más puro. No quisiera dejar de apuntar que realicé la lectura de esta pieza literaria en la compañía de un audiolibro casero hecho por algún usuario de YouTube. No me cabe duda que gracias a él, fue un recorrido mucho más ameno y con el que evité perderme entre las digresiones del escritor medellinense. 



Todavía más ocio... El año ya se acercaba a su término, pero todavía tenía espacio para una despedida más. La chica, ella... E... aquella elegante felina también estaba construyendo su propia historia, y por un camino narrativo y dramático del que yo no podía ser parte, así que debió mudarse de ciudad a continuar con sus estudios universitarios. Me despedí -bajo la luz anaranjada de una farola- con un abrazo largo que ella misma decidió prolongar un poco más cuando intenté separarme, jalándome  hacia sí. Añoraría poder estar aún en él.

Por último, decidí materializar una idea que desde hacía días rebotaba en la corteza de mi cráneo, narrar mi año entrelanzándolo con los libros que habían caído en mis manos. Y aquí me tienen.

Banda sonora para este mes: Maligno, de Aterciopelados.

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Sí, no fueron tantos libros para ser justos. Con todo el tiempo libre sobre el que pivoto, gravito y me balanceo actualmente cualquiera esperaría una cantidad más robusta y hasta de calidad más densa en mis lecturas. Pero bueno, gran parte de estas historias cayeron en un punto de mi vida por sorpresa, con cero premeditaciones, siendo pues dolientes, ventanas de escape, masajistas mentales que promovían relajación, compañeros a los que sujetar en la mano al caminar por la calle y pesos muy muertos en las mochilas. 

Esta fue mi vida, estos fueron mis textos este año. Y tú, lector empedernido e interesado que ha llegado hasta aquí ¿cómo fue tu 2017 a través de los libros? Gracias por atender, por llegar hasta este punto. Felices fiestas, próspero 2018.