viernes, 18 de diciembre de 2015

Mi experiencia en una galaxia muy muy lejana: Cómo conocí Star Wars


NOTA: Lo que están a punto de leer es todo menos una crítica. El siguiente escrito no cumple más que la función de simples memorias referentes a esta gran franquicia del 7° arte. 

-¿Qué película usted nunca vería en su vida?, me preguntó Juan David girando la cabeza sobre su asiento de la minivan.
-Star Wars -respondí sin vacilar, justo cuando el vehículo viraba a la derecha para tomar una prolongada pendiente- ¡Qué pereza esa cosa, es muy aburridora! 

Tenía unos 7 años por aquel entonces, y aunque desde siempre me había mostrado abierto a toda clase de películas, mis primeras impresiones sobre 'La guerra de las galaxias' eran bastante negativas y por ello mismo, sesgadas. Recuerdo ver a mi padre acostado sobre la cama viendo una copia en VHS de 'El ataque de los clones'; aunque junto a él intenté echarle un vistazo, la película me respondió con un montón de diálogos en un idioma ininteligible para mí en ese entonces (inglés), una trama demasiado enrevesada (sabía leer pero no lo suficientemente rápido como para entender todo lo que decían), y una parsimonia y longitud que me hicieron perder el interés por completo. 

Al tiempo, llegó una copia en VCD (el formato casero más famoso por aquella época) a mi casa sobre la misma obra. Me negué a verla. No fue sino hasta que una noche semanal que, durante una tanda publicitaria entre 'El laboratorio de Dexter' y 'Pokémon', me topé con una serie de "clips animados" que ilustraban a personajes que ya había visto en el poster del episodio II de la saga galáctica. Aunque me mostré renuente a visionarlos, a la larga y por sugerencia de mis amigos, terminé por verlos. 


Entre todo el desorden de clips, pude darle orden al rompecabezas; eso sí, solo al volumen 1, hasta muchos años después no pude ver el volumen 2 de esta historia (vía internet). Satisfecho con lo presenciado y tras charlas en los recreos con amigos sobre la serie, por allá en el 2004 decidí darle una segunda oportunidad a la mentada 'Attack of the clones'.

Frente a todo lo esperado la copia en VCD no solo estaba en español, sino que fue una apoteosis para mí. Tontamente creía que vería una versión en liveaction de lo presentado en la serie animada; evidentemente no fue así y evidentemente lo agradezco porque me entregaron un espectáculo visual, de acción y de ciencia ficción sin precedentes para mi mirada infantil. 


No era de mis favoritas, pero sí era un trabajo que disfrutaba con creces ver una y otra vez. Las charlas sobre el tema se prolongaron con mis amigos. Uno de ellos intentó explicarme toda la historia tras la saga; sin duda fue algo interesante, pero plagado de inexactitudes.

Suerte fue para mí que pocos meses después el estreno del episodio III, 'La venganza de los Sith', llegaría a las carteleras a nivel mundial. Mi amigo fue a verla con una emoción notable al cine. Yo por mi parte, esperé a la copia pirata en DVD (subtitulada al español). Mientras tanto, jugaba con él y otros más a "los guerreros Jedi": chocábamos nuestros antebrazos unos con otros hasta que estos doloridos comenzaban a palpitar... ¡Qué tiempos!, recuerdo muy bien como me cagué el cristal de mi reloj digital de pulso, a punta de golpes. 

Por fin vi con mi familia 'Revenge of the Sith'. Una obra que me fascinó mucho... brutal, dramática y apasionante. Tras estas emocionates piezas fílmicas, más que interesado no podía estar sobre los demás episodios que conformaban la saga. Pero no llegaría a ellos hasta mucho tiempo después.


Por aquellas navidades tuve mi primer acercamiento a otra parte de Star Wars. Recibí para mi PS1 un juego de apariencia muy genial, pero estúpidamente difícil. Nunca logré completarlo. 


Tiempo después mi padre me envió 3 DVDs de caratulas terriblemente deslucidas y desteñidas. No eran nada más, ni nada menos que los episodios IV, V y VI de la saga (copias piratas de alta calidad, y que contenían el último remontaje hecho por Lucas).

El episodio IV me dejó desalentado. Me pareció una gran historia, y no dudaba en absoluto de lo que debió representar en su época... sin embargo, venía de 2 largometrajes excesivamente ataviados de componentes (tanto a nivel argumental como técnico), por lo que la entrega me pareció apocada y tímida. Durante mucho tiempo la consideré mi menos favorita. Con el tiempo aprendería a apreciar su magia, a entender que menos es más y que, por supuesto, su trabajo artesanal valía más que un sin fin de telones verdes y azules. 


Seguí con el episodio V... ¡DIOS!... ¡OH POR DIOS!... una secuela que me fascinó de inicio a fin, que desde siempre he considerado magistral por su narración, su historia y sus enrevesados giros. 


Con el corazón en la mano me dirigí a la entrega final, esa que cerraría un relato que llevaba años viendo. Una conclusión que me llenó a completud y que, por eso mismo y sin mayores ambages, consideré mi favorita de todas por mucho tiempo.  Hoy día se disputa el puesto con la 5°. Si algún día las vuelvo a ver, quizá solucioné este conflicto personal. 



Crecí, investigué sobre la saga, aprendí un poco sobre su elaboración y su proceso de concepción, mi padre compró original el episodio III (por solo U$ 2,5), le presté los DVDs a uno de mis amigos para que los quemara... y al parecer sí lo hizo porque se cagó en los datos de 'El Imperio contraataca' y 'El retorno del Jedi' dejando inutilizables ambas películas me debes esas y otras más JM.

Por allá a mediados del 2008 al fin, un amigo menor que yo me prestó 'La amenaza fantasma'. Bonita e interesante me pareció inicialmente, pero abismalmente lejana en calidad comparada con las 2 previas que había visionado. 


Años después, cuando ahondé más a fondo en el campo de la crítica comencé a comprender las respectivas virtudes y falencias de estas películas. A la hora de la verdad y como bien lo he manifestado antes, todas las entregas me gustan, me entretienen y divierten. Cada una cuenta con su particular momento característico para la saga después de todo.

Hoy, me siento expectante junto a mi padre en una sala tristemente vacía. La música característica de John Williams suena, los títulos amarillos comienzan a ascender, y mi pecho se infla con un aire mezclado con chispas y una ligera sensación efervescente (no es gastritis, es felicidad). 

Mis ojos se enlagunan y una sonrisa se dibuja en mis labios cada vez que veo a esos clásicos personajes retornando en la gran pantalla. La fuerza ha despertado con suma potencia... y aunque está lejos de ser una obra perfecta (justo como sus antecesoras), es una oda a toda la franquicia y a los fans. Una amalgama entre lo nuevo y lo viejo que cumple con una función vital: hacer sentir a la audiencia.  



sábado, 28 de noviembre de 2015

Hitchcock (2012)

Más que una crítica, una serie de comentarios hacia una película modesta y simpática, que recomiendo completamente (Sí, originalmente iba a hacer un vídeo a partir de esto, pero tras revisar lo escrito, realmente no lo vale... con cumple con los parámetros mínimos de calidad).

...
Inicialmente quería describir esta película como un making-of inteligente sobre uno de los trabajos más memorables de la historia del cine; no obstante, lo que inició siendo un recatado, llamativo y creativo intento de recrear “en tiempo real” el detrás de cámaras del trabajo más importante de Hitchcock, se terminó convirtiendo en una historia dramática y más personal, que cabe aclarar que no deja de ser interesante, cuyos hechos tomados de la vida real y adaptados de la única forma en la que Hollywood podría hacerlo, encuentro claramente de dudosa procedencia. En otras palabras, simplemente me niego a creer que el problema marital del Maestro del Suspenso sea justo como lo expone la película. 

Aunque, bueno, sea verídico o no el conflicto exhibido a lo largo de sus fotogramas, lo cierto es que no deja de ser una buena historia, interesante, entretenida, divertida de visionar y de analizar. A pesar de todo, pienso que Sacha Gervasi, el director de este trabajo del 2012, debió ser mucho más sagaz y en lugar de desplazar toda la acción a la vida privada del cineasta británico, también debió prestar más atención a lo ocurrido en el set de ‘Psicosis’, a todas esas anécdotas de grabación tan llenas de datos ociosos más que suculentos que todo cinéfilo recibiría con buen agrado. De haber llevado a cabo lo último, no solo le habría dado un toque documentalista a su largometraje, sino que habría convertido al filme en una oda muy especial hacia el aclamado Hitchcock y todos aquellos que colaboraron en la concepción del clásico de los años 60. 

La dirección es correcta al igual que la música. Los guiños, como por ejemplo, el del final, le sacarán una sonrisa a más de uno. 



Las actuaciones son soberbias. Anthony Hopkins ha traído al mismísimo Hitchcock del descanso eterno y le ha hecho recorrer los sets de los estudios nuevamente. Una ejecución brillante de una celebridad brillante y de admirar. Asimismo, he de decir que el maquillaje que recubre el cuerpo de Hopkins lo encuentro increíblemente verosímil. 

Y no seamos verdugos, el resto del reparto también es magnífico: Johansson, Mirren, D’Arcy, Biel y demás, cumplen un trabajo que no pasa por desapercibido, que simplemente es glorioso. 

En definitiva este es un filme simpático, entretenido, divertido y modesto, que aunque pudo ser un poco más astuto a la hora de incluir en la trama detalles que habrían fascinado a más de uno, no deja de ser un largometraje recomendable, bueno y que todo ser humano interesado en el GRAN MAESTRO DEL SUSPENSO, en uno de los mejores directores de toda la historia, debería ver.



Valoración final: 8,5/10.

viernes, 6 de noviembre de 2015

007: Spectre (2015)


Tras ese excelente, envidiable y magnánimo homenaje al agente británico  por su quincuagésimo aniversario en Skyfall (2012), me resultaba imposible no sentir emoción por su siguiente entrega: Bond 24 (como se le conoció a la obra antes de alcanzar su nombre oficial, Spectre), sobre todo si se tenía en cuenta que era nuevamente dirigida por Sam Mendes, a quien debemos el filme alabanza del 2012.

A continuación, mis pensamientos sobre la más reciente entrega del único, habilidoso y casanoba Bond... James Bond (Pueden contener spoilers). 



La obra inicia su andar con un plano secuencia elegante y vistoso por las calles de México, en pleno Día de Muertos... calaveras y esqueletos vienen y van  hasta que un galimatias con un helicóptero y el derrumbamiento de media manzana, imponen su presencia. Acto seguido se nos explica el leitmotiv que desembocó esta destrucción y sustentará las venideras. Aquí nos topamos uno de los problemas de la cinta, uno que si bien no es muy grande, no deja de ser una incómoda mancha que sale a relucir y pavonearse de vez en cuando. Mendes quiso generar una conexión algo forzada entre esta entrega del agente y las 3 previas, por lo que este MacGuffin se siente medianamente descarado, muy oportuno para la situación; no obstante y al mismo tiempo, este detalle repercute en todo un guiño a las primeras entregas del espía.

Y hablando de guiños, la cinta está repleta de ellos, y aquí no me refiero a clichés que a día de hoy ya se han adherido inseparablemente a la franquicia (por lo que sería tonto criticarlos), sino a referencias muy sagaces a, por ejemplo, Goldfinger. Esta serie de elementos contribuyen a generar un bosquejo (aún muy obtuso desgraciadamente) sobre el pasado de Bond y sus vínculos familiares. 

Per sé, Bond 24 utiliza mucho la mímesis de eventos de obras pasadas (y aquí hago énfasis concreto a Casino Royale, Quantum of solace y Skyfall) para entregar en su desenlace un giro de tuerca interesante, refrescante, enriquecedor para el protagonista a manera metafórica (escogencia de nuevos caminos).


El largometraje propone una visión contra-industrializada del sistema, aboga porque las máquinas no reemplacen las labores del hombre (sobre todo las más delicadas y peligrosas) y al mismo tiempo, adquieran un control total y rígido de la seguridad de la sociedad; esto por las evidentes implicaciones de violación de la privacidad y el uso indebido de la información que desatarían. Un tema oportuno para la situación actual que bien pondría a delirar a Orwell. 

La acción, uno de los principales elementos de este tipo de trabajos, es pulida y asombrosa, con secuencias que optan generalmente por el uso mínimo de efectos visuales sin importar su grado de peligrosidad para los actores, y que siempre mantienen al público atento y crispado.

En actuaciones pretendo no detenerme... para ser sincero, el papel de 007 nunca lo he considerado uno demasiado difícil de ejecutar. Solo quisiera resaltar a las 2 chicas Bond, quienes a parte de su embriagante belleza cumplen con su papel y con la construcción de su personaje, y al excelentísimo actor que eligieron esta vez para ser el villano: Christoph Waltz. Ver a este hombre en pantalla es una auténtica delicia, como un condimento demasiado picante y ácido de experimentar, pero "nicotínico" en el proceso (de carácter adictivo). Roba cámara y escena con cada aparición. Fue bien aprovechado, aunque no cabe duda que quedó debiendo más a todos... por suerte y gracias a su fin, es seguro que le volveremos a ver.



007: Spectre es una secuela satisfactoria, que abona a fin de cuentas al personaje de Bond y a todo su mundo, complementando de a poco a esa visión contemporánea (una mucho más humana) que desde 2006 se viene sembrando y cosechando sobre el agente secreto. En lo personal, si me atrevo a decir que prefiero con más ganas a Casi Royale y a la mencionada Skyfall.

Valoración final: Muy buena. 

PS: Propongo, dentro de mi nuevo orden mundial, la decapitación inmediata de todo aquel que se atreva a sacar su teléfono en una sala de cine y chatee mientras la película se reproduce. Esto va ligado una anécdota personal que ya otro día se las contaré.
PSS: La canción utilizada como tema principal para la película, Writing's On The Wall, interpretada por el virtuoso Sam Smith, es una melodía estremecedora y perfecta. Directo a mis temas favoritos del 007.


miércoles, 26 de agosto de 2015

Los viajes del viento (2009)


(Que no se note que quiero publicar cualquier barrabasada con tal de mantener vivo el blog)


Durante mucho tiempo me alejé de ella por su temática. El vallenato y mis oídos no se llevan bien a decir verdad (salvo contadas excepciones cuantificables con los dedos).

No obstante ayer tuve la oportunidad de conocer en persona al director de esta obra (amable hombre), y dado que su último trabajo 'El abrazo de la serpiente' se encuentra en boca de todos, me armé de paciencia, tapones en los oídos  y aspirinas en los bolsillos y decidí verla.

El largometraje cuenta la historia de Ignacio Carrillo, un juglar que durante años recorrió pueblos y regiones llevando cantos con su acordeón, cuya esposa acaba de morir. Desolado por la pérdida y por los remordimientos de su pretérito, decide realizar un último viaje con el fin de deshacerse de su particular acordeón, aquel del que dicen que fue arrebatado de las mismísimas manos del diablo. En el camino encuentra a Fermín, un joven cuya ilusión en la vida es seguir sus pasos y ser como él. Como es obvio, el recorrido tiene muchas sorpresas preparadas para este Quijote y Sancho Panza del Caribe colombiano.



Frente a todo lo esperado, 'Los viajes del viento' es una película bella y agradable en muchos sentidos. No solo por su impoluta fotografía (capaz de explotar y narrar a la perfección con su naturaleza panorámica), sino por su muy recatada historia y lo que contiene.



Para no entrar a dar vueltas, todo se reduce en una exaltación de la cultura vallenata a partir de una revisión crítica de sus características. Los corronchos y mujeriegos, los juglares que siempre se mostraron como unos sinvergüenzas de estilo de vida irresponsable y decadente, son desnudados en esta película, increpados e inculpados por sus actos. Todo esto termina por mostrar directa e indirectamente una ola de folclor opulenta y simpática, que tampoco deja atrás los toques míticos y místicos sorprendentemente ingeniosos. “Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille será ensalzado”; Lucas 14:11.

...


En palabras finales: una obra cultural de amplia riqueza artística. Una historia interesante, que recuerda a aquellos viajes en el crepúsculo de la vida de esos héroes triunfantes del pasado, ahora caídos en desgracia, y que buscan una redención final (véase Ruroni Kenshin y El topo). Joya cultural y nacional.



PD: Me comprometo a hacerle una crítica a El abrazo de la serpiente (pero eso será más adelante)





jueves, 16 de julio de 2015

¿En verdad IntensaMente manipula a la audiencia?




IntensaMente (2015), la última película de Pixar. Aquella que ha recibido tan buenos elogios y también tan oportunas críticas. El día de hoy, y de la forma más rápida posible, quisiera hacer referencia a una de estas últimas, una que ha dado mucho de qué hablar y ha planteado un debate sobre la mesa. ¿De verdad la película te manipula, te obliga a sentir cosas que no deberías sentir?

Antes de iniciar, quisiera ser claro, no tengo nada en contra del usuario que planteó este fallo del filme, de hecho, me parece muy interesante que este tipo de detalles caigan en reparo, porque es así y solo así, como a fin de cuentas puede dársele a la película nuevas revisiones y nuevas interpretaciones. Después de todo, ya saben lo que dicen: “Cuando una obra artística es interpretada por completo, esta muere”.

Antes de iniciar, les dejo la crítica completa que le dediqué al largometraje.

*NOTA: Evidentemente no detallé demasiado en la obra, pero eso se debe a que, primero, recientemente acababa de estrenarse; y segundo, mi deber no es interpretarles toda la cinta  de buenas a primeras (entregárselas masticada), ¿Dónde quedaría entonces su papel de espectadores y personas pensantes? 



Advierto que hay spoilers de aquí en adelante, así que avisados están.

A ver, el usuario en cuestión afirma que no puedes sentir algo real y orgánico hacia la película, cuando sabes que Riley está siendo controlada por los monigotes que tiene en su cabeza, dado que la contemplas más como un autómata, que como un ser humano.

Ciertamente es un punto muy válido. Pero vayamos más a fondo, después de todo, eso te pide la película, que mires más allá de lo que son las simples emociones que te ofrece, en lugar de mirarlas escuetamente como lo que son.

Les hago una pregunta, en el clímax, donde se podría decir que se alcanza el nivel más alto de sentimentalismo en el largometraje y donde la gente suele conmoverse, ¿por qué se supone que tienes que sentir, qué es lo que tienes que sentir? ¿Tienes que llorar solo porque Riley lo hace?

¡No! En absoluto. En mi caso, he de decir que el final me llegó al corazón porque representa la culminación satisfactoria de un viaje, de todo un proceso psicológico: el alcance de una maduración. Y esto no lo digo por Riley, lo digo por Alegría.

Cuando Riley llora ante sus padres, me emocioné porque sé que detrás de eso está Alegría, quien pudo comprender al fin que a través del llanto, de la tristeza, puede abrirse y acercarse a las otras personas; que a través de sensaciones no necesariamente placenteras se puede hallar la paz, un descanso, una expiación de las culpas, un alivianamiento de las cargas, y sencillamente abrir la puerta a nuevas experiencias. Es un mensaje que me pareció increíblemente hermoso y simbólico. Lo que digo puede confirmarse dentro de la misma acción de la niña rubia, quien tras comentar todo aquello que siente sobre su nueva vida, llorar y abrazar a sus padres, al final sonríe, porque ha hallado la paz que necesitaba.



Todo eso, simplemente me llegó, me pareció increíblemente bella esta maduración emocional… y no porque la película me manipule y me diga qué es lo que tengo que sentir a partir de una buena animación y una banda sonora bonita (aunque ya saben que el OST de la cinta me pareció flojo), es porque tras presenciar toda una travesía, observo la consumación brillante del mensaje final de la película.

En fin, a la hora de la verdad ya es lo que cada uno de ustedes pueda creer y por supuesto, sentir hacia la cinta.

...

Ahora, hablando en términos un poco más subjetivos, he de decir, y esto es algo que no mencioné en la crítica, es que la película, a parte de hablar sobre el crecimiento, también lo hace sobre la paternidad (implícitamente, por supuesto).

Pete Docter, como bien reveló en un par de entrevistas, se inspiró en su hija para idear el largometraje, en el cambio que vio tras su paso de la niñez a la adolescencia. En múltiples escenas podemos ver su deseo por transmitir esa sensación de ver a su niña crecer; el personaje de Alegría, incluso, con todo y su ingenuidad actúa de una forma bastante maternal ("Yo solo quería que Riley fuera feliz"), sobreprotectora se podría llegar a decir, comportamiento que al final se verá trastocado, cuando una vez descubre que no puede dejar que su niña se prive de otras emociones. Es algo bello, a decir verdad.

Todo esto es algo que me conmovió demasiado, realmente me tocó. 


PD: Les dejó un dato curioso en el que de seguro ninguno había notado. La película comienza con una niña mudándose de su antigua ciudad a una nueva, justo como ocurre en El viaje de Chihiro (2001), obra de Studio Ghibli y dirigida por Hayao Miyazaki. ¿Qué tiene de especial? Ghibli y Pixar desde siempre han sostenido una amigable relación, cimentada a partir del respeto y la admiración. Siento que este detalle tan curioso realmente no fue puesto al azar. Si en Toy Story 3 (2010) pudimos ver a Totoro adornando el fondo, no veo por qué no hacer referencia a otra de las cintas del espíritu del bosque de una nueva manera. 



De momento no digo más… descansa la defensa.

lunes, 22 de junio de 2015

¿Cuánto cuesta matar a un hombre? -Libro- (2006).



¿Cuánto cuesta matar a un hombre?: Relatos reales de las comunas de Medellín es un libro publicado en 2006, escrito por el periodista José Alejandro Castaño. Como su mismo nombre nos da a entender, esta novela es un compendio de narraciones verídicas, escritas a manera de crónicas, en donde se ahonda en aquella selva salvaje de cemento como lo es la capital antioqueña, en la cultura e idiosincrasia paisa, en aquellas ramificaciones de la urbe que se extienden escalando las laderas de las montañas que la circundan, en esos sitios tan oscuros y sucios, siempre tan segregados pero tan presentes en el diario vivir medellinense.

El ejemplar de Castaño es un libro frío y directo, sangriento en general, estremecedor y desesperanzador, capaz de entregarle una nueva reflexión al lector con cada cambio de página, con cada capítulo emergente.

El libro nace como un contragolpe al olvido, un deseo que parte desde lo personal y va lo general: En primera instancia, y desde el prólogo, Castaño nos deja saber más de sí, de sus cicatrices emocionales, de la infancia mágica y las memorias que se niega a perder, justo como su padre inconscientemente lo hizo, gracias al alzheimer.

“Soy yo papá. Y esta es mi manera, mi pequeña manera de decirte, que, quizás, después de todo, aprendí la lección. Este libro es un esfuerzo sin atajos, espero”. Es con esta frase tan emotiva, con la que el autor finiquita el abrebocas y da el pistoletazo de salida a las narraciones de las comunas. Aunque para muchos estas notas iniciales podrían sonar cursis, innecesarias y fuera de lugar en comparación con los tópicos que trata el libro, en perspectiva, dicen mucho sobre el pensamiento con el que fueron elaboradas las crónicas siguientes (desde la obtención de datos hasta su redacción) y los actos que se describen en ellas.  José A. Castaño, con este trabajo quiere grabar en la eternidad la idea que su padre le transmitió en sus años de lucidez: una perspectiva más justa, honrada y responsable sobre la vida; ideales que se contraponen al modus vivendi contemporáneo de las nuevas generaciones, al “todo vale” actual.

En segundo lugar, con ¿Cuánto cuesta matar a un hombre? se quiere forjar un monumento conmemorativo, con el que la sangre de las aceras, la juventud deshecha, el narcotráfico y el paramilitarismo vividos durante los 80’s, 90’s y comienzos del 2000, sean hechos siempre presentes dentro del consiente colectivo. Lo anterior no es realizado con el fin de amedrentar a las familias o perturbar la paz de los caídos en conflicto, sino como la reminiscencia de una herida por fin cerrada, que solo con su continua recordación se impedirá que vuelva a abrirse.

Imagen tomada de: www.elcolombiano.com


Las crónicas aquí contadas tal vez sirvan a modo de constancia, de fotos en blanco y negro de una historia que estamos obligados a conocer y de la que ojalá podamos aprender… Dios quiera que no volvamos a equivocarnos”, sentencia Castaño contundente y melancólicamente, desde un primer capítulo muy completo que sintetiza el crecimiento de Medellín a partir de las comunas, que dicho sea de paso, fueron generadas por violencia y terminaron causando paulatinamente más violencia.

Durante la novela el autor aborda múltiples temas o categorías. Entre ellos: El fenómeno del sicariato como profesión y modo de vida, hablando tanto de los que dedican enteramente su existencia al oficio, como de los que tarde que temprano encuentran caminos alternos de sustento para salir de él; Las jóvenes que ansían llegar a lo alto y sacar a sus familias adelante a partir del modelaje, pero que aún sin ya haber emprendido vuelo sus alas han sido cortadas; La pornomiseria que se trasmite, paradójicamente, desde los propios actores del conflicto a los periodistas internacionales, que sedientos de morbo buscan historias mustias y amorales en los países tercermundistas; La vida de un narcotraficante que ha abandonado la pomposidad de los lujos, y continúa con su multimillonario negocio bajo cortinas y el bajo perfil; La muerte vista a través de la tanatopraxia y de quienes la practican, sean profesionales o empíricos, jóvenes o veteranos; La problemática de las mulas vista desde el ángulo de los delincuentes y la justicia; La segregación racial de la región; y la ciudad vista con los ojos de las fuerzas armadas.

Imagen tomada de: www.eluniversal.com


La escritura del ejemplar es versátil y vivaz, siempre narrada en tercera persona. Castaño describe los acontecimientos de forma inteligente, profunda y sin censura alguna. De igual manera, hila distintos sucesos mediante la correlación, asegurándose de plantear las 2 caras de la moneda. J.A. Castaño es una voz sin rostro dentro de su obra; aunque implícitamente da a entender que la recolección de  información fue tomada desde los escondrijos de muchas de sus fuentes (como si se tratase de una visita familiar), y los testigos muchas veces interactúan con él, nunca se rompe con la línea que hay entre observador y actante: la línea del periodista.

Para la construcción de todas las historias, José Alejandro Castaño opta por una inmersión de primer nivel, donde, como reportero observa el hecho analizándolo, y como bien mencionó el autor con las palabras dedicadas a su padre, evita irse por la vía fácil y en lugar de abordar los temas mediante intermediarios, recurre a los asesinos (sea en ejercicio o retirados), a los policías, a los narcos, a los agentes especiales, a las modelos, etc.  Las vivencias recolectadas a través de los años como periodista, son las que poco a poco acercaron a Castaño a estas invaluables fuentes, las cuales, evidentemente guarda con recelo, utilizando su derecho a la reserva de testigos.

Cabe mencionar y resaltar el dataje documental (histórico) previo que Castaño tuvo que realizar antes de publicar su trabajo. Para la consumación completa de la obra, era necesaria una contextualización, una exposición oportuna y completa de los datos que explicaban el origen del fenómeno de las comunas, y sus efectos sobre la región y la cultura paisa. 

Imagen tomada de: prensarural.org


¿Cuánto cuesta matar a un hombre?... es una novela que solo podría salir de un olfato periodístico envidiable y ejemplar como el de José Alejandro Castaño. Fue la inquietud  y el deseo de encontrar una mirada alterna a la realidad, lo que hizo posible la pieza literaria. A pesar de no ser en el fondo tan mórbida y visceral como a simple vista puede verse, o como el mismo Héctor Abad Faciolince se atrevió a calificar desde el prólogo, sí es un manojo de crónicas rodeadas de sentimientos gélidos y oscuros… sentimientos que a  largo o corto plazo, chocarán con emociones más luminosas. “Y vi una tierra nueva y un cielo nuevo”.

domingo, 7 de junio de 2015

Bajo la misma estrella -Libro- (2012).


Y por fin llegó la hora, tras tanta espera me animé a digerir la pieza literaria más célebre del autor estadounidense John Green; aquella que no solo hizo conmover a toda una generación de jóvenes, sino que catapultó al escritor a la fama, abriéndole a su obra las puertas de la industria cinematográfica.

*Agradecimientos especiales a mi buen amigo 'Beak', quien le ahorró la penosa molestia a mis demacradas córneas de engullir la novela en formato PDF.* 

NOTA: Hay spoilers a lo largo de este comentario/crítica/análisis. Avisados están.


Mirándolo en perspectiva, fue una suerte que el primer libro del autor con el que me topara fuese "El Teorema de Katherine" (2006) y no "Bajo la misma estrella" (2012).  Este azar del destino me permite adentrarme en el terreno de la comparación, me hace contemplar de forma más distinta y relativamente completa al escritor, permitiéndome analizar más a fondo sus temas, su manera de desarrollarlos y por supuesto, su estilo. 

Ok... antes de que comience la disección, hagamos un sobrevuelo general de la novela. 

'The fault in our stars' nos narra la historia de Hazel Grace y Augustus Waters, dos jóvenes de 17 y 18 años respectivamente, que logran encontrar el amor a pesar de la enfermedad. Ambos sufren de cáncer de distinto tipo y distinto nivel de progresión; sin embargo, son milagros vivos, han sabido enfrentarse a su patología experimentando los lindes entre la vida y la muerte, lo que les hace comprenderse mutuamente, lo que les hace ver la vida muy a su manera.

El tomo es narrado en primera persona, bajo la perspectiva de Hazel.  



'El teorema de Katherine' nos hablaba sobre la autenticidad del ser; sobre cómo renunciar a las relaciones que simplemente nos hacen daño, dándole así la oportunidad al corazón de reoxigenarse en nuevos brazos; y también, sobre las ventajas y el retorno a una vida más simple y lenta como la que se propicia en el campo.

'Bajo la misma estrella' ahonda en más tópicos, que dicho sea de paso, resultan ser más densos de tratar.... Entre ellos encontramos:


  1. Reflexiones sobre qué hay tras la muerte, representado directamente a partir de las conversaciones entre Hazel y Augustus, e indirectamente en el deseo de la protagonista por conocer el final de los personajes tras la "conclusión inconclusa" de un 'Un Dolor Imperial' (Aquí, Green realiza un proceso metanarrativo muy ingenioso al hacer de Van Houten una especie de "dios" dentro de la historia, justo como lo es el Tulipán Holandés en Un dolor imperial).
  2. Cavilaciones desesperanzadoras y depresivas sobre el olvido al que estamos destinados. Tema que al final termina hallando por puerto de arribaje un mensaje algo más positivo (no necesitas ser el mesías del mundo para ser recordado, a veces las pequeñas acciones llenan a la gente de ti; de una u otra forma terminas encontrando a alguien que rememore lo que fuiste).
  3. El cáncer como una guerra civil interna que no se sobrelleva, no se vive con ella... simplemente se padece, se muere junto a ella. 
  4. La segregación que se da a las personas enfermas (componente social).
  5. Los distintos casos que una persona con cáncer debe enfrentar a lo largo de su vida: etapa terminal, etapa de quimioterapia, etapa de ablación de órgano afectado, relaciones sociales en todas sus variables y afectación psicológica y de la personalidad.
  6. Quizá como punto más importante: El mundo no es una fábrica de conceder deseos. Green da giros constantes y muy puntuales sobre esta premisa a lo largo de su trabajo. Representa un golpe de realidad muy certero para todos los lectores de la obra, y es una verdad innegable.

    "... Con estos columpios (...) aprenderán a familiarizarse con (...) la lección más importante de todas: por mucho impulso que te des, por muy alto que llegues, no puedes dar la vuelta entera."

    "La paradoja del columpio" (Green, J. Bajo la misma estrella. 2012. Pág. 126).

    ¡Qué gran apunte pudo el autor entregar a la historia con esta serie de frases disfrazadas de sátiras! La vida no es justa, no siempre puedes tener lo que quieres, memorízalo.

    Como bien mencioné previamente, el escritor juega con este concepto, y le hace prácticamente la columna vertebral del relato. Es así como veremos a Hazel sumergida en situaciones idílicas y felices, que justo cuando se acercan al firmamento, estrepitosa, dramática, realista, cruel e inesperadamente, cambian de dirección y la lanzan al frío suelo. Triste, pero fascinante y muy valioso para el leyente sin duda.



El amorío entre los personajes es desarrollado de forma coherente y orgánica, llegando a simpatizar con muchísima facilidad al leedor quizá más de lo esperado en algunos casos. En ocasiones el libro apela mucho a la nunca desdeñada virtud de la GRAN COINCIDENCIA, y con esto me refiero a que situaciones quizá demasiado oportunas logran materializarse en ocasiones; aunque bueno, a largo plazo estos sucesos apelan más que nada a ese gran tema mencionado con anterioridad (el pavimento que se contrapone al cielo). 


El estilo de escritura es igual al expuesto en 'El teorema de Katherine'... bueno, con ciertas variaciones que vale la pena anotar... 

En primer lugar, John Green muestra soltura e ingenio en la construcción de los diálogos de sus personajes (que al mismo tiempo les estructuran sólidamente), hecho que sirve como confirmación de la personalidad que brota de sus narraciones; una característica por la que muchos otros autores suspirarían. A pesar de ello, hay que ser justos y es bueno y oportuno anotar que en cierta situación (cerca del final del libro), se descuidaron un poco estas conversaciones, dejándolas ver algo forzadas.


En segundo lugar, la escritura resulta ser de balanceado ritmo, sutilmente inteligente, sutilmente inmadura, sutilmente tonta, sutilmente sofisticada... y por supuesto... apocadamente pretenciosa.


Sé que este último calificativo es grave y dañino si no se le usa con cuidado, pero déjenme explicarme. 

Tras reflexionar, he llegado a la conclusión de que este libro alcanza esta categoría cuando analizamos más a fondo los diálogos de los personajes. Sí ya sé que los he calificado anteriormente como ingeniosos, y es verdad, lo son... pero al unísono y a diferencia del libro del 2006 que entró en comparación, estos suelen ser un poco más presumidos, quieren mostrarse como algo más crecidos de lo que son. 

Por ejemplo, tenemos la tan famosa metáfora de Augustus:

¡VENGA YA! ¡Es ridículo si lo miras en perspectiva! ¡Dios mío, eres un tipo que tiene pinta de supermodelo, una fantasía femenina consumada cuyo aparente único defecto es tener una prótesis por pierna! Solo di que te lo pones en la boca para verte más malote y más interesante, pero no puedes encenderlo porque biológicamente sería estúpido sabiendo que padeces de cáncer.


Pero ¡hey!, paradójicamente no resulta siendo algo tan malo. Esta particularidad podría tomarse como otro proceso de metanarración por parte de Green (al igual que Van Houten), con la intención de hacer un paralelo con 'Un dolor imperial', obra que la misma Hazel connotó como pretenciosa persé. 

Además, es este nivel de pretenciosidad en algunos de los diálogos (del que me atrevería a decir que carece 'El teorema de Katherine' por ser un poco más irreverente, honesto y campechano) el que reafirma la personalidad del libro de los amantes con cáncer. Quiero decir, es una novela muy adolescente, y como todo adolescente en mayor o menor medida, es pretencioso. ¡Bendito John, siempre te sales con la tuya!



La culpa en nuestras estrellas (traducción más literal del nombre) no es la historia de amor más grande jamás contada, y tampoco se adentra en conflictos existenciales y morales de forma única y nueva... Simplemente es un buen libro. Ameno y disfrutable, con dejes de encanto y humor, e inteligente  hasta cierto punto y hasta donde su propio ego se lo permite.  

Es... lectura descomplicada y para pasar el rato. Lo que sí me da lástima, son esas niñas estúpidas que claman tener cáncer con la creencia de que así, y solo así, podrán conseguir pareja... ¡Felicidades señoritas, lo entendieron todo mal! Las invito cordialmente a que se taladren la cabeza. Lo siento, no pude reprimirme con este comentario.

Para terminar, diría que está casi al mismo nivel que El teorema de Katherine.

SOMEONE: So... is the book okay?
ME: Yeah... just okay.


domingo, 19 de abril de 2015

OPINIÓN: Lluvia torrencial de trailers de la temporada (Ene - Abr, 2015).

He tenido muy descuidado tanto este blog como el canal. ¡Lo siento pero la universidad me está agarrando los huevos con las manos frías y no me da ni un respiro! Sin embargo, aprovecho este deje de irresponsabilidad rebeldía y antojo de embarazado que acabo de sufrir, para redactar unas cuantas líneas en este espacio. 

Así que, aunque debería estar armando un informe sobre principios corporativos para Comunicación organizacional, el día de hoy les traigo unas cuantas impresiones sobre la bombástica y sorprendente campaña de marketing que la industria de Hollywood anda haciendo por estas épocas. 




El plan maligno que las grandes casas productoras tienen para este año es agarrar a la población mundial y bajarla un escalafón dentro del estrato social. Es ridículo el número de franquicias poderosas del cine que este año retornan a la pantalla grande. Las salas no van a dar abasto y tampoco el bolsillo de los consumidores, con todo el número de franquicias que se lanzarán al unísono a partir de la temporada de verano, que cada vez está más próxima.

Mientras tanto, malignamente las corporaciones nos preparan, nos dan un abrebocas, nos escupen en la cara diciéndonos aunque que queramos no podremos ir a verlas todas... y de paso matan a algunas personas a punta de sobredosis de endorfina (es una forma elegante de decir, que alguien acaba de morir  bañado en semen por orgasmos múltiples).

He aquí mi percepción sobre algunos de estos adelantos (trailers):






Aunque debo confesar que de la franquicia de Misión Imposible nada más he visto su última entrega, Protocolo Fantasma, la cual considero como una de las mejores películas de acción y de espías que he visto en mi vida, se me hizo difícil no fijarme en esta secuela. Vale vale, el director desgraciadamente ya no es Brad Bird, no obstante, me emociona saber en qué nueva situación imposible irá a parar el malaventurado de Hunt, junto con su equipo, sobre todo ahora que se enfrentan a un anti FMI.

El trailer no es la gran cosa, pero publicita bien su material. Me hace recordar 2 cosas:

1- Que sería bueno verme las otras 3 que me faltan de la saga, antes de visionar esta.
2- Que evidentemente, es preferible mover la fecha de estreno de final de año, a mitad, con tal de no enfrentarse contra otra cinta del mismo género como lo es '007: SPECTRE'.





No veo para que hacer un reboot/remake de esta historia, se me hace asquerosa y ridículamente innecesario cuando la obra de 1993 es de tan alta calidad. Yo quería ver un mundo plagado de dinosaurios (¡Hey! se supone que el título sugiere eso), justo como el epílogo de la secuela del 2001 lo esbozaba torpemente; no que me recuenten otra vez esta historia de forma tan nefasta, y desde lejos se ve que será así.

Esta película me genera indiferencia y por sobre todo, tristeza. No pienso ir a verla.




A ver el primer trailer fue... un orgasmo. Inicialmente creí que iba a ser, y de hecho su primera mitad se pinta así, como otro cansino y mustio reboot/remake de otro clásico del 7° arte. Pero tras pasar la mitad, me dieron una bofetada en la cara. El filme se pinta como un spin-off totalmente fresco que bebe de las dos mejores entregas de la saga, aportando al mismo tiempo su grano de arena en un producto altamente emocionante y rico. ¿Qué quieren que les diga? Ver historias sobre lineas alternas de tiempo o paradojas temporales siempre me atraen y son altamente explotables. 

En cuanto al segundo trailer, me parece muy genial y atractivo. Muchos se quejan de que quizá develó más de lo que debería, pero para mí fue excelente. ¡Nos están diciendo que en esta película veremos 3 clases distintas de Terminators! eso es extraordinario (Eso sí, admito que temo porque en el 3° adelanto se les vaya la mano).




¡Je! Pues sí, supongo que es simpática la película, y admito que estos entes emanan mucha gracia y ternura; pero sinceramente no quiero entregarles mi dinero. Estas criaturitas han acaparado mucha atención, demasiada para ser más exacto, y cuando algo adquiere tanta popularidad prefiero alejarme de ello... corriendo.

No quiero contribuir a que este filme se convierta en uno de los largometrajes de animación más taquilleros de la historia. La simple idea me horroriza. Prefiero destinar mi efectivo y mi tiempo a la película siguiente.

PD: Mi Villano favorito es muy genial.
PDD: Mi Villano favorito 2 está tan maaaal en taaaaaaaantos puntos.




Pues nada, recuperé mi esperanza en Pixar tras la inteligente y eficaz Monsters University, así que ando ansioso sobre el producto final que la factoría de la lámpara nos puede presentar aquí.

El filme luce llamativo, creativo, brillante y surreal; todos estos, componentes más que suficientes  y óptimos para labrar una película de Pixar con calidad. Si bien es cierto que la idea mas o menos ya se había visto en cierto capítulo de los Padrinos Mágicos, evidentemente en Inside Out se han distanciado bastante y han propuesto una estructura mucho más profunda, encantadora, relativamente compleja (¡Los diálogos joder! Estamos presenciando un proceso de metadiálogo, algo no sencillo de hacer para un guionista) y emocional. Con los 2 trailers que se le han mostrado al público, se puede ver que se avecina un relato sobre el crecimiento y la aceptación personal, una historia que nos hará sentir intensamente. En definitiva, más feliz, iracundo, asustado, disgustado y triste no podría estar con esta premisa.




Star Wars vuelve como nunca damas y caballeros. Ya lo dije en su momento, esto podría ser lo mejor que pudo pasarle a la franquicia desde el estreno de 'El retorno del Jedi'. La aventura épica acontecida en una galaxia muy muy lejana está siendo traída a la vida con un amor envidiable. En las manos de J.J. Abrams ¡LA FUERZA ESTÁ CON NOSOTROS! Como un fan de corazón sobre la saga, Abrams sabe cuáles son sus aciertos y fallos, y al mismo tiempo, lo que el séquito mundial de fans odia y ama. Es por lo anterior que los 2 trailers que se han publicado en internet han sido una explosión de añoranza y de gozo pleno. Dosificando muy bien su contenido, cada plano es una amalgama perfecta sobre lo viejo y lo nuevo de la franquicia, y que gritan a los 4 vientos que Abrams sabe muy bien cómo generar emociones en el espectador... clara muestra de ello son las bastas sonrisas y el debilitamiento de los esfínteres, provocados gracias a escenas como la batalla del Halcón Milenario del trailer uno, o  el verle de nuevo las caras a los ya vetustos pero firmes Hans y Chewbacca del trailer 2.

Si tan solo con estos vistazos previos ya más de uno muere de la emoción, no me imagino cómo será la cinta completa. Tengo que repetirlo otra vez ¡LA FUERZA ESTÁ CON NOSOTROS! 





DC tiene problemas. Su precaria confianza ha ocasionado que entre tarde a una carrera, donde su competidor principal (Marvel) le lleva la delantera por unas cuantas centenas de metros (aunque podría decir kilómetros). Peor aún, intenta con palpable torpeza pretender que controla la situación cuando no es así; quiere dar a entender que su universo cinematográfico ya está planeado, cuando hasta hace unos meses ni sabía a quien meter dentro de su nueva película, con el fin de llamar la atención. En este orden de ideas, más desconfianza no podría darme la productora ante este largometraje. Sin mencionar que ya asusta y hastía que piense que ninguno de sus productos va a funcionar si no mete a Batman en ellos.

A la hora de la verdad y como todo buen trailer, cumple con la función de venderte la película y de incitarte a ir a verla al cine. Así que supongo que está bien, aunque no me provoca mayores emociones. Valoro el hecho que su nivel de pretenciosidad haya bajado considerablemente. 

¿La veré en cine? um... no sé, es algo que todavía tengo que pensar.





El 'hype' que este proyecto ha generado es demencial, abismal y comprensible. Marvel ha encontrado la fórmula del éxito, y aunque ha cometido errores en el camino, han sido más sus tiros al blanco. Sus películas atraen a las masas, pero no solo eso, emocionan a los espectadores hasta el límite y crea fenómenos mediáticos que circulan por todo internet y que están en la boca de todos (generar cameos, easter-eggs, teorías y falsos rumores es un buen método de publicidad, no cabe duda). 

Para esta entrega no hay nada que decir que los sorprendentes trailers ya no comuniquen. Más grande, más acción, más efectos, más personajes, más duración, más oscura, más profunda. Marvel se abalanza sin freno y sin miedo sobre la industria del cine, sin ningún tipo de hilos que la aten.





El nuevo proyecto de Marvel, que al parecer no descansa. 

El trailer uno lo encuentro con un tinte 'nolanesco' despreciable, aunque sienta las bases muy bien del proyecto, como debe ser.

El trailer dos es mucho más divertido, recuerda bastante y quizá más de lo que debería a Iron Man (2008) y a Capitán América: El primer Vengador (2011), mas continúa con un estilo propio, y con una premisa atrayente. Me interesa saber cómo un héroe tan diminuto puede apañárselas en un universo tan descomunal ¿Será acaso algo similar a lo que Chespirito nos acostumbró con su Chapulín Colorado? ¡Jaja!

...
Hasta aquí llego por hoy. Sé que dejé muchos otros avances fuera de este artículo, pero de momento es lo máximo que quiero y puedo abarcar, y sin la necesidad de hacer un vídeo que rápidamente perdería su utilidad y vigencia.

Con unos ojos cansados, me despido de momento. Con todos estos productos que se avecinan, va siendo hora que comencemos a engordar nuestras billeteras.