lunes, 26 de marzo de 2018

The Punisher (Serie de Tv - Temporada 1)


¿Cómo lo planteo?

Dicen que la venganza es un plato que se sirve frío. Vale, lo entiendo, eso significa que el viaje es lo interesante y no el fin en sí mismo. Con esta serie eso no pasa.

Hablan mucho, dan muchas vueltas para llegar al mismo asunto. Se bosquejan subtramas que van tan por su cuento que cuando se conectan con el hilo principal, ya se ha perdido todo el interés respecto a ellas, lo que las hace parecer intrusivas (¡Que estorban pues!).

Los temas que el argumento aborda no son malos, todo lo contrario, son punzantes respecto a la cultura armamentista y nacionalista de EE.UU:

1- Cómo el ejército, gran estandarte de poder, orgullo y respeto puede estar podrido por dentro, lo que repercute en una desdivinización total de la armada como institución...
2- Cómo el Síndrome de estrés postraumático acaba con la vida de los soldados reincorporados a la cotidianidad (ahora, no más que autómatas) y peor aún, cómo el país les niega posibilidades de progreso, cosa que los hace apátridas y les escupe su esfuerzo en la cara...
3- Inclusive se atreve a poner en mesa de discusión qué es un terrorista y los actos que le definen...

Pero el ritmo en el que son desarrolladas solo produce letargo y llegan a sentirse, incluso, innecesariamente reiterativas.

Me escandaliza y desmotiva respecto a la serie que no decida ponerse interesante sino hasta el episodio 9. ¿En serio? ¿La audiencia tiene que aguantarse (embutirse/padecer) 8 horas hasta que la trama se avispe y recuerde que lo que debió contar desde el inicio lo hace justo hasta ese momento? Lo único que hacen estos 2/3 de la temporada es crear puentes rotos argumentales (ir del punto A a C, pero resulta que B no funciona así que primero hay que ir a parar a D...) que lo dilatan todo inoficiosamente.

Vale, que los primeros 4 capítulos tampoco es que sean desechables u olvidables del todo; supongo que funcionan bien como contexto y planteamiento de la situación actual (y algo del pasado) de los personajes; mas, de nuevo, ¿era necesario explayarse 4 horas para eso? ¡Síntesis carajo!, lo hubieran hecho en 2.

¡Oh Karen!... fuiste brillo y atracción hacia una historia que estuve a punto de dejar a medio camino en más de una ocasión.  En serio que le he agarrado cariño a este personaje. ¡Gracias por tu participación!


Eludiendo y pasando de largo esta perdedera de tiempo, hablemos de lo que en verdad vale la pena una vez todo se encarrila:

(SPOILER!)
El capítulo 9 comienza a generar interés una vez Frank vuelve a ser señalado públicamente, desmintiendo con ello su muerte. Ya en el 10, la tensión y la adrenalina sube al por mayor. Este último, sorprende por su narrativa al romper el orden lógico y escalonado (lento por supuesto), presentando de forma fragmentada los sucesos a partir de los distintos puntos de vista o actores del conflicto, para confluir de una forma explosiva. Simplemente brillante y emocionante.

Los siguientes episodios se prestan para hacer un juego desde la dirección, donde Frank se debate en un limbo existencial y simbólico, doloroso además, donde su esposa muerta le dice que lo suelte todo y busque un nuevo hogar con ella.

(FIN DEL SPOILER!)
Y ahora que hablamos de dolor, al igual que en otras propuestas (super)heróicas como Logan, este justifica la violencia; a partir de ella hay una exteriorización de toda la aflicción y el sufrimiento interno y psicológico de los personajes... generando entonces, uno físico.


Estos últimos episodios, sobre todo el final, entienden y llevan a fondo lo que The Punisher nos ofreció originalmente en la segunda temporada de Daredevil. Ultraviolencia, brutalidad suma, crudeza de la realidad y destrucción de la anatomía humana. El castigador comprende que tras un puñetazo la piel se magulla y amorata, los huesos se rompen, los tendones se revientan... y a parte de todo ello, hay cierto regodeo catártico (expiación) en infringir este daño al enemigo.

El argumento debió ser así desde el principio en lugar de dar tantas largas al personaje y su esencia.

...

Se me hace difícil recomendar esta serie. Se me hace difícil, mirándola como un todo, calificarla como un producto de calidad. Exige demasiada paciencia al público y la conexión hacia el argumento llega en un punto donde más de uno bien podría haberla abandonado. Los últimos 5 capítulos son los que valen la pena, de ahí para atrás es sopor absoluto. Solo recomendada para curiosos, desocupados, gente que ya haya alcanzado el estado Zen y amantes a muerte del personaje. Una serie (aún) más sosegada que Luke Cage, pero más sesuda y táctica que Daredevil.

miércoles, 7 de marzo de 2018

Merlí (Temporada 2)


No tengo mucho que decir acerca de esta temporada, ya que, salvo por el último episodio, sigue los mismos lineamientos de calidad de la primera.

Inicialmente se me es imperativo comentar que retornar a esta serie unas cuantas semanas (meses) de haberla iniciado fue nostálgico. Equivalente a iniciar un nuevo año escolar; siempre repleto de oportunidades, aventuras y con aquellos compañeros que no veías desde hacía un buen tiempo considerablemente cambiados.

Estos 13 nuevos capítulos son aprovechados para explorar en Marc Vilaseca y su hermanito menor con THDA, lo que nos brindará una conmovedora relación que trasciende de la hermandad a lo paternal; en Oliver y su proceso de duelo ante la muerte de su hermano, así como los conflictos que esto desatará con sus padres; en Oksana y su manera de vivir su rebeldía, picardía y malicia adolescente a pesar de ser madre...

También se siguen cultivando los personajes ya explorados en la primera temporada: Joan y Gerard en sus respectivos amoríos primerisos. El hecho de que hayan cerrado su arco no significa que no puedan seguir creciendo.

Merlí inclusive adquiere nuevos aliados inesperados por la llegada de la nueva Jefa de estudios, Coralina, que es toda una arpía. Y ya que hablamos de las nuevas inclusiones dentro del profesorado, ovaciono de pié la manera en la que el argumento se vale de ellos para tratar temas como la corriente independentista de Cataluña, enfermedades degenerativas de la edad como el Alzheimer, o lo transgénero.


Como ya lo pauté en el primer párrafo. El mayor error de esta temporada 2 acontece en su último episodio.

Este segundo curso de instituto pudo haber terminado perfectamente con (SPOILER!) la partida de Bruno a Roma y su conmovedora despedida con Pol y Tània (FIN DEL SPOILER!), es decir, en el capítulo 12; pero la serie estaba pactada para 13, así que debemos atenernos a un cierre de temporada que alarga la historia porque sí. Y no solo eso, donde la calidad se siente resentida por una escritura mediocre.

1. Por un lado: Se nos presenta los diálogos peor construidos de los 26 episodios hasta la fecha. Que una serie que trató tan magistralmente el tema de la transfobia a partir de Quina y sus diferentes encontronazos con diversos docentes del plantel; o que tuvo la sagacidad mental para imprimir en Merlí frases como "Estoy cansado de mi personaje" (metaficción a tope), salga con una escena donde Berta repite 4 veces la misma serie de palabras a falta de una edificación mejor escalonada de la conversación con sus compañeros, se me hace cuanto menos, torpe.
2. Por otro: SPOILER! Coralina era un ente antagónico, y uno que se les salió de las manos porque ya no sabían cómo controlar o poner freno. Y dado que su presencia amenazaba el fin de la serie (el no retorno de Merlí para el siguiente periodo académico), decidieron matarla. Es un descaro que aparten al personaje de esta forma, justificándose en un accidente fortuito-laboral. Delata una escritura de guión facilista y poco imaginativa FIN DEL SPOILER!


...
A pesar del mal sabor de boca del final, sigo recomendando abiertamente la serie. Los personajes se vuelven cada vez más entrañables y sus periplos más locos; su maduración emocional y física es bastante íntima y grata de presenciar. Una muy buena serie de la que espero su tercera y última temporada, donde diremos hola al año de graduación.