miércoles, 19 de febrero de 2014

El Lobo de Wall Street (2013).


Película estadounidense dirigida por Martin Scorsese basada en hechos reales, que nos cuenta la historia de Jordan Belfort, un joven emprendedor que quiere ser millonario y por lo tanto decide convertirse en un corredor de bolsa. A partir de ahí, comienza una historia marcada por la opulencia y el placer desmedido, en donde veremos como nuestro protagonista va forjando poco a poco uno de los imperios más grandes de Wall Street.

Excesos... sí, esta película puede ser resumida y calificada con esa palabra, y no precisamente en el mal sentido.

Este largometraje es el retrato que a más de uno le sentaría en caso tal de volverse millonario. El sumergirse en la crapulencia, el adoptar un estilo de vida decadente y amoral gracias a la oxidación en el corazón y la prostitución del alma, parece ser el destino preestablecido para todo aquel que tenga suficiente dinero como para limpiarse el culo con él, y suficiente egoísmo como para hacer algo realmente significativo por los demás. En esta película se representa el colmo del descaro, el culmen de la idiotez, la avaricia, la falta de mesura, y la podredumbre que puede acarrear el sistema de producción capitalista... y ¿saben? todo lo anterior es mostrado con una de las formas más divertidas posibles. Prácticamente, de los 180 minutos aproximados que dura esta obra, al menos el 90% de la misma te la pasarás cagándote de la risa con las locuras y las gilipolleces que solo este par de cocainómanos se les podría ocurrir. Claro claro, por allá en los últimos 10-20 minutos el filme decide mirar hacia otro lado y quizá centrarse un poco en el drama, pero a fin de cuentas, estamos hablando de un metraje perteneciente al género de la comedia, y no cualquier comedia, comedia ingeniosa que aguarda en su interior carcajadas estridentes aseguradas.

Los personajes están bien planteados, bien desarrollados  y resultan ser el alma de la obra gracias a sus comportamientos tan ladinos, censurables y reprochables. Son un par de bribones hijos de re-mil putas con los que te terminas encariñando a final de cuentas, un grupo de sinvergüenzas y payasos de primera calidad que, lo diré, valen su peso en carbón y esto lo digo, bajo el mejor sentido de la palabra, aunque no lo parezca (en serio, estos tipos arderían de lo lindo en el infierno ¡jaja!).

Las actuaciones en general son de primera categoría, verosímiles al 100%. DiCaprio ejecuta de forma excelsa su papel de desquiciado multimillonario construyendo una de las interpretaciones más sólidas y memorables de su carrera... no es algo que merezca un Oscar, pero es de calidad sobresaliente. Al mismo tiempo, cabe mencionar que la química que tiene en pantalla con Jonah Hill está muy bien conseguida, aportando un sinnúmero de situaciones hilarantes.

Lo referente al apartado técnico se encuentra más que correcto. Una dirección impecable, un vestuario y maquillaje adecuado y hasta una fotografía ilustre.

Básicamente no le encuentro propiamente errores a este filme. En un principio pensé en llegar a quitarle puntos por su excesiva duración, pero dado que, como ya dejé bien claro arriba, esto es una película de excesos por naturaleza, sería estúpido de mi parte inculparle ese error. Sinceramente, la única mella que encuentro en esta película es su banda sonora, la cual, aunque es de tinte sobresaliente, quizá pudo llegar a dar un poco más de sí. Por lo demás, nos encontramos frente a una gran obra audiovisual, divertida, entretenida, loca y políticamente incorrecta que no merece más que un merecido 9,5/10 = Excelente, supremamente recomendable. De lo mejor de todo el año por mucho.

1 comentario:

  1. No se si verla seriamente, ya que aparte que es una pelicula larga, no la veria dos veces para ver lo buena que es. Nadamas la vi por partes y me gusto, pero aun sigo pensando si verla seriamente.

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