viernes, 22 de noviembre de 2013

Los Juegos del Hambre: En Llamas (2013).

Ya saben la mecánica: iré al grano de una vez por todas y al mismo tiempo, recuerden que esta es una revisión primaria de la obra, y por lo tanto, puede que el dictamen que dé aquí termine cambiando en un futuro.

The Hunger Games: Catching Fire es el equivalente a un doctor que inyecta constantemente adrenalina a su paciente. 

La película sencillamente agarra al espectador, lo sienta en la butaca del cine y cada cierto periodo de tiempo le brinda más emoción... como si le inyectara adrenalina o como si avivara una fogata dándole chispas para que no se apague.

Esto último ocasiona que cada vez que el espectador siente que la historia va perdiendo fuelle ¡BUM! algo nuevo aparece, una nueva especia a ese caldo es agregada... 

... En otras palabras, nunca te aburres.


Es una película muy fiel al material original... de hecho, es prácticamente igual solo que, ya sea por azar del destino o por la clara conciencia  de los guionistas, ¡se corrige el principal error de la novela! Ya no tenemos subtramas que nos hacen perder el tiempo y desvían la historia de lo principal; ahora ya no solo hay mejor balance entre el romance y la acción, sino que sencillamente el enfoque principal (el país que se está quebrando) está presente todo el tiempo.


Todo mejora en este filme en comparación con su antecesor y esto  no sé si se da gracias a los oportunos cambios que se hicieron en las cabezas líderes del proyecto, o porque sencillamente hay más plata que invertir... lo que sí sé es que la calidad de todo ha subido. Mejores efectos especiales, mejor esquematización de la historia, mejor dirección... coño, ¡hasta hay una banda sonora que podría llegar a rayar con lo épico!


En términos generales es un metraje muy bueno, con mucha acción y romance, más que entretenida, que tiene uno que otro error pequeñito que no es que afecte mucho la pieza. Sinceramente, y esta es la primera vez que me oyen decir esto: nos encontramos frente a una adaptación que supera a la propia novela que adapta, un suceso más que anómalo y de admirar. Por eso le doy como calificación un 8,7/10.


martes, 12 de noviembre de 2013

Reciclaje de animación en Robin Hood (1973).

El día de hoy nos salimos de la rutina, y en lugar de traerles una crítica, me decidí por exponerles un dato curioso -ya no tan desconocido- de cierta película que sinceramente amo muchísimo, independientemente de sus errores (si es que tiene, la verdad no me he puesto a reparar en estos).


Remontémonos a épocas más remotas. Quisiera admitir y gritar a todo pulmón que la versión de Disney sobre el bandido que robaba a los ricos para ayudar a los pobres la conocí desde mi infancia (siempre rodeada de VHSs y de películas), pero lamento con amargura decir que no fue así. Robin Hood es una cinta que no pude conocer sino hasta que Disneychanel se dignó a trasmitirla por su parrilla televisiva... por allá en 2004 - 2005 aproximadamente. Sin embargo, fue casi amor a primera vista cuando al fin pude observarla. Su música, sus personajes y su historia me atraparon, divirtieron y encantaron y la verdad no sé bien el porqué. No sé si fue su carisma, su humor blanco, su pureza o bla bla bla, el punto es que no sé bien que fue lo que hizo que me gustara tanto, de hecho, a día de hoy sigo sin saberlo.

Sí sí, sé que debería ir al grano, pero quiero contextualizarlos primero.

El punto es... desde la primera vez que la vi noté elementos extraños en cierta escena en particular: Aquella donde todos se mofan del príncipe Juan mientras están bailando y cantando en una fiesta. Lo bizarro en esta secuencia es que encontraba que los personajes tenían movimientos parecidos, que diga parecidos, idénticos a los de otros personajes de otras películas de la misma factoría (¿Cómo me percaté que eran similares? bueno, tras llevar una vida viendo películas sobre Disney a largo plazo te las terminas aprendiendo, y eso incluye: diálogos, historia y acciones).  

No fue hasta años después que pude comprobar ligeramente mis sospechas... asimismo, aprendí que aquellas acciones repetidas recibían el nombre de animación reciclada.


Con la consolidación del internet, por fin pude darme cuenta de que estaba 100% en lo correcto. Eran fotogramas ya utilizados. 

A pesar de todo, siguen pasando los años y nunca he visto ni un solo vídeo que se anime a exponer a qué se debe la anomalía de esta escena. ¿Qué demonios? si no lo hago yo, no lo va a hacer nadie... es por eso que aquí les dejo la escena de la canción "Super Juan" con los clips de las obras de las que esta película toma animación prestada (nah, habría que ser pendejo para decir que es animación robada, puesto que ¿Cómo mierda te robas a ti mismo?).


Vale vale, el vídeo podría ser mejor, pero creo que presenta adecuadamente lo primordial, porque sí, seguramente se me ha de haber pasado alguno que otro clip.

Robin Hood, estrenada en 1973, recicla animación de los siguientes metrajes:
-Blancanieves y los siete enanitos (1938). Clásico Dorado #1 de la empresa.
-El libro de la selva (1967). Última obra que realizó Walt Disney, puesto que murió durante su rodaje. Clásico  #19 de la empresa.
-Aristogatos (1970). Clásico  #20 de la empresa.

Al parecer,  esta reutilización se ejecutó puesto que se contaba con corto presupuesto para la creación del filme (se pensaba que no tendría un buen recibimiento en taquilla). Asimismo y según leí por ahí:
1- No es la primera obra de la empresa que recicla animación. Por ejemplo, El libro de la selva también utiliza material de La espada en la piedra (1963).


Posteriormente, películas como El caldero mágico (Clásico #25 estrenado en 1985), reutilizó metraje de Fantasía (Clásico Dorado #3, estrenado en 1940).

2- Robin Hood no solo usa fotogramas de las cintas ya citadas, sino que también emplea material sonoro de estas.

...
En lo personal, no veo mayor problema que una empresa recicle animación que previamente ya utilizó (en tanto no la robe de otro lugar, todo está bien). De lo que sí estoy seguro es que toda esta secuencia prácticamente reciclada de principio a fin es un elemento muy curioso, bizarro, gracioso incluso, que todo amante del cine, de la animación, del diseño y de Disney debería conocer.


En fin,  ¿Qué opinan ustedes de todo este asunto?