Y por fin llegó la hora, tras tanta espera me animé a digerir la pieza literaria más célebre del autor estadounidense John Green; aquella que no solo hizo conmover a toda una generación de jóvenes, sino que catapultó al escritor a la fama, abriéndole a su obra las puertas de la industria cinematográfica.
*Agradecimientos especiales a mi buen amigo 'Beak', quien le ahorró la penosa molestia a mis demacradas córneas de engullir la novela en formato PDF.*
NOTA: Hay spoilers a lo largo de este comentario/crítica/análisis. Avisados están.
Mirándolo en perspectiva, fue una suerte que el primer libro del autor con el que me topara fuese "El Teorema de Katherine" (2006) y no "Bajo la misma estrella" (2012). Este azar del destino me permite adentrarme en el terreno de la comparación, me hace contemplar de forma más distinta y relativamente completa al escritor, permitiéndome analizar más a fondo sus temas, su manera de desarrollarlos y por supuesto, su estilo.
Ok... antes de que comience la disección, hagamos un sobrevuelo general de la novela.
'The fault in our stars' nos narra la historia de Hazel Grace y Augustus Waters, dos jóvenes de 17 y 18 años respectivamente, que logran encontrar el amor a pesar de la enfermedad. Ambos sufren de cáncer de distinto tipo y distinto nivel de progresión; sin embargo, son milagros vivos, han sabido enfrentarse a su patología experimentando los lindes entre la vida y la muerte, lo que les hace comprenderse mutuamente, lo que les hace ver la vida muy a su manera.
El tomo es narrado en primera persona, bajo la perspectiva de Hazel.
'Bajo la misma estrella' ahonda en más tópicos, que dicho sea de paso, resultan ser más densos de tratar.... Entre ellos encontramos:
- Reflexiones sobre qué hay tras la muerte, representado directamente a partir de las conversaciones entre Hazel y Augustus, e indirectamente en el deseo de la protagonista por conocer el final de los personajes tras la "conclusión inconclusa" de un 'Un Dolor Imperial' (Aquí, Green realiza un proceso metanarrativo muy ingenioso al hacer de Van Houten una especie de "dios" dentro de la historia, justo como lo es el Tulipán Holandés en Un dolor imperial).
- Cavilaciones desesperanzadoras y depresivas sobre el olvido al que estamos destinados. Tema que al final termina hallando por puerto de arribaje un mensaje algo más positivo (no necesitas ser el mesías del mundo para ser recordado, a veces las pequeñas acciones llenan a la gente de ti; de una u otra forma terminas encontrando a alguien que rememore lo que fuiste).
- El cáncer como una guerra civil interna que no se sobrelleva, no se vive con ella... simplemente se padece, se muere junto a ella.
- La segregación que se da a las personas enfermas (componente social).
- Los distintos casos que una persona con cáncer debe enfrentar a lo largo de su vida: etapa terminal, etapa de quimioterapia, etapa de ablación de órgano afectado, relaciones sociales en todas sus variables y afectación psicológica y de la personalidad.
- Quizá como punto más importante: El mundo no es una fábrica de conceder deseos. Green da giros constantes y muy puntuales sobre esta premisa a lo largo de su trabajo. Representa un golpe de realidad muy certero para todos los lectores de la obra, y es una verdad innegable.
"... Con estos columpios (...) aprenderán a familiarizarse con (...) la lección más importante de todas: por mucho impulso que te des, por muy alto que llegues, no puedes dar la vuelta entera.""La paradoja del columpio" (Green, J. Bajo la misma estrella. 2012. Pág. 126).
¡Qué gran apunte pudo el autor entregar a la historia con esta serie de frases disfrazadas de sátiras! La vida no es justa, no siempre puedes tener lo que quieres, memorízalo.
Como bien mencioné previamente, el escritor juega con este concepto, y le hace prácticamente la columna vertebral del relato. Es así como veremos a Hazel sumergida en situaciones idílicas y felices, que justo cuando se acercan al firmamento, estrepitosa, dramática, realista, cruel e inesperadamente, cambian de dirección y la lanzan al frío suelo. Triste, pero fascinante y muy valioso para el leyente sin duda.
El amorío entre los personajes es desarrollado de forma coherente y orgánica, llegando a simpatizar con muchísima facilidad al leedor quizá más de lo esperado en algunos casos. En ocasiones el libro apela mucho a la nunca desdeñada virtud de la GRAN COINCIDENCIA, y con esto me refiero a que situaciones quizá demasiado oportunas logran materializarse en ocasiones; aunque bueno, a largo plazo estos sucesos apelan más que nada a ese gran tema mencionado con anterioridad (el pavimento que se contrapone al cielo).
El estilo de escritura es igual al expuesto en 'El teorema de Katherine'... bueno, con ciertas variaciones que vale la pena anotar...
En primer lugar, John Green muestra soltura e ingenio en la construcción de los diálogos de sus personajes (que al mismo tiempo les estructuran sólidamente), hecho que sirve como confirmación de la personalidad que brota de sus narraciones; una característica por la que muchos otros autores suspirarían. A pesar de ello, hay que ser justos y es bueno y oportuno anotar que en cierta situación (cerca del final del libro), se descuidaron un poco estas conversaciones, dejándolas ver algo forzadas.
En segundo lugar, la escritura resulta ser de balanceado ritmo, sutilmente inteligente, sutilmente inmadura, sutilmente tonta, sutilmente sofisticada... y por supuesto... apocadamente pretenciosa.
Sé que este último calificativo es grave y dañino si no se le usa con cuidado, pero déjenme explicarme.
Tras reflexionar, he llegado a la conclusión de que este libro alcanza esta categoría cuando analizamos más a fondo los diálogos de los personajes. Sí ya sé que los he calificado anteriormente como ingeniosos, y es verdad, lo son... pero al unísono y a diferencia del libro del 2006 que entró en comparación, estos suelen ser un poco más presumidos, quieren mostrarse como algo más crecidos de lo que son.
Por ejemplo, tenemos la tan famosa metáfora de Augustus:
¡VENGA YA! ¡Es ridículo si lo miras en perspectiva! ¡Dios mío, eres un tipo que tiene pinta de supermodelo, una fantasía femenina consumada cuyo aparente único defecto es tener una prótesis por pierna! Solo di que te lo pones en la boca para verte más malote y más interesante, pero no puedes encenderlo porque biológicamente sería estúpido sabiendo que padeces de cáncer.
Pero ¡hey!, paradójicamente no resulta siendo algo tan malo. Esta particularidad podría tomarse como otro proceso de metanarración por parte de Green (al igual que Van Houten), con la intención de hacer un paralelo con 'Un dolor imperial', obra que la misma Hazel connotó como pretenciosa persé.
Además, es este nivel de pretenciosidad en algunos de los diálogos (del que me atrevería a decir que carece 'El teorema de Katherine' por ser un poco más irreverente, honesto y campechano) el que reafirma la personalidad del libro de los amantes con cáncer. Quiero decir, es una novela muy adolescente, y como todo adolescente en mayor o menor medida, es pretencioso. ¡Bendito John, siempre te sales con la tuya!
La culpa en nuestras estrellas (traducción más literal del nombre) no es la historia de amor más grande jamás contada, y tampoco se adentra en conflictos existenciales y morales de forma única y nueva... Simplemente es un buen libro. Ameno y disfrutable, con dejes de encanto y humor, e inteligente hasta cierto punto y hasta donde su propio ego se lo permite.
Es... lectura descomplicada y para pasar el rato. Lo que sí me da lástima, son esas niñas estúpidas que claman tener cáncer con la creencia de que así, y solo así, podrán conseguir pareja... ¡Felicidades señoritas, lo entendieron todo mal! Las invito cordialmente a que se taladren la cabeza. Lo siento, no pude reprimirme con este comentario.
Para terminar, diría que está casi al mismo nivel que El teorema de Katherine.
SOMEONE: So... is the book okay?
ME: Yeah... just okay.
Como amante de este libro, fanático de Green, creyente ciego en el amor y mejor amigo del autor de este blog, no puedo siñenciarme sin comentar acerca de esta crítica
ResponderEliminarAunque estoy de acuerdo en parte con lo expresado en el texto tengo que exponer dos temas clave en el libro.
El primero es la lección de que vamos a sufrir en esta vida ( admitamoslo, eso es irremediable puesto que viviremos el dolor en menor o mayor medida en nuestra vida) pero eso no nos excusa a afrontarla, porque si Hazel no encaraba su miedo a amar con todo lo que tiene, solo seria otra paciente de cáncer y ese es el.asunto en el amor , no decidimos si vamos a sufrir pero si quien nos hará sentirlo.
Segundo y cito "hay unos infinitos mas grandes que otros infinitos" y con esto Hazel me hizo entender que no hay seguridad sobre el amor o la vida mas allá de la muerte, pero que eso no nos excusa para no amar profundamente o por el resto de nuestras vidas, me hizo ver que no es imposible o al menos me hizo creyente de eso.
P.D : yo soy "beak" y aun esto en búsqueda de mi pequeño infinito.
Mago...ahora me cambiastes la perspectiva de ver este libro.
ResponderEliminarPero no cambia el hecho de ser pretencioso.
Si una amiga me lo presta, pues lo leere con gusto.